ECUADOR: La batalla por la presidencia apenas ha comenzado

La aparente solución a la grave crisis institucional estallada en Ecuador cuando el Congreso destituyó al presidente Abdalá Bucaram fue sólo el comienzo del segundo capítulo de la batalla por la titularidad del Poder Ejecutivo.

La decisión del parlamento unicameral de encargar temporalmente la conducción del Estado a la vicepresidenta Rosalía Arteaga, aprobada por las Fuerzas Armadas, se avizoraba como solución definitiva a la crisis provocada por la simultánea presencia de tres mandatarios.

Pero Arteaga sugirió que pretende gobernar el país más allá de este martes, el día en que el Congreso se reunirá para designar un presidente interino con mandato hasta agosto de 1988, según el acuerdo alcanzado.

Arteaga fue la primera mujer en ocupar en Ecuador una cartera de Estado, al desempeñar el Ministerio de Educación en la administración del conservador Sixto Durán-Ballén (1992-1996).

Fue también la primera en llegar a la vicepresidencia, con Bucaram, y el domingo se convirtió en la primera presidenta del país.

La presidenta encargada designó a algunos ministros y se refirió al futuro de la política externa e interna de Ecuador. Sus declaraciones superaron de hecho las atribuciones que le concedió el Congreso y provocaron la reacción inmediata de la clase política.

"Estoy de acuerdo con que se solucionen los vacíos constitucionales que han llevado a esta situación, pero siempre y cuando se respeten los principios de la legalidad", dijo Artega.

"Ecuador tiene enormes perspectivas y vamos a sentar las bases en este gobierno, transitorio sí, pero preparado para enfrentar aquello que viene y que es la restauración de la moral en el país", agregó.

Arteaga recordó que está en marcha el proceso de hacia la paz con Perú y ratificó a la comisión técnica que irá a Brasilia para continuar las negociaciones. Así mismo, anunció que Galo Leoro continuará al frente de la cancillería.

Ecuador y Perú se enfrentaron a comienzos de 1995 en una guerra no declarada por un viejo diferendo limítrofe, y actualmente se encuentran en la última fase de negociaciones.

También afirmó que las medidas económicas aplicadas en enero por el gobierno de Bucaram y la convertibilidad monetaria que entraría en vigencia el 1 de julio "son parte de un modelo macroeconómico que no responde con la realidad de nuestro país".

Arteaga dijo que su equipo buscará "otros caminos, más viables y de menor sacrificio para el pueblo".

El ajuste económico fue el detonante de la masiva protesta popular que contribuyó a la caída de Bucaram. El propósito del gobierno era reducir el déficit fiscal para dar paso a un modelo de libre convertibilidad de la moneda a imagen y semejanza del programa de estabilización que Argentina implementa desde 1991.

Cuarenta y cuatro de los 82 integrantes del parlamento declararon vacante el jueves la presidencia, invocando un artículo de la Constitución que permite la destitución del jefe de Estado por incapacidad mental para el ejercicio de sus funciones.

El Congreso designó entonces a su presidente, Fabián Alarcón, para reemplazar a Bucaram, pero éste desconoció la resolución, mientras Arteaga se autoproclamaba jefe de Estado.

Para solucionar el conflicto, los diputados recurrieron a una complicada fórmula constitucional. Ratificó su decisión de declarar vacante la presidencia y dejó sin efecto el nombramiento de Alarcón para, posteriormente, encargar provisoriamente la presidencia a Arteaga.

El plan se completó con la convovatoria al parlamento a una sesión extraordinaria, a realizarse este martes, para solucionar el vacío legal sobre la sucesión presidencial y designar a Alarcón hasta 1998.

"La actitud de la vicepresidenta Arteaga concuerda con su desmedida ambición de poder, que demostró aún cuando Bucaram se mantenía en funciones", consideró el ex presidente León Febres Cordero (1984-88), líder del Partido Social Cristiano, el de mayor presencia en el Congreso.

"Hay que sacarla delicadamente de las orejas", propuso Febres Cordero.

El Poder Legislativo "encargó la presidencia a Arteaga y ella tendrá que dejarla cuando el mismo Congreso nombre a un presidente sustituto. Cualquier otra respuesta por parte de la vicepresidenta deberá entenderse como una traición al acuerdo", consideró Alarcón.

Para el ex presidente Rodrigo Borja (1988-1992), "las pretensiones de Arteaga son claras: quiere perpetuarse en el poder". Según Borja, "es necesario realizar una consulta popular, para que el pueblo ponga fin a este problema, que ya empañó el nombre de nuestro país".

"Me da pena Rosalía. Su ambición la lleva a hacer cosas ridículas", dijo Bucaram, quien aún se autodenomina presidente de Ecuador.

"Rosalía, al igual que Bucaram, eres una porquería", es el nuevo grito de batalla de centenas de manifestantes que no aceptan el insinuado propósito de la presidencia encargada de prolongar su mandato. (FIN/IPS/mg/ff/ip/97

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