ECUADOR: Congreso se instala para nombrar nuevo presidente

El Congreso unicameral de Ecuador se instaló hoy en sesión extraordinaria para designar al presidente interino que gobernará hasta agosto de 1998 y poner fin a la crisis institucional que vivió este país tras la caída del kefe de Estado Abdalá Bucaram.

En la sesión, que inició en la tarde de este martes, se tendrán que realizar reformas a la Constitución que permitan al Poder Legislativo designar a un presidente interino, figura jurídica que no se contempla en las leyes ecuatorianas.

Esa enmienda constitucional habría sido propuesta por la vicepresidenta Rosalía Arteaga, quien este domingo fue designada presidenta encargada por el Congreso.

Arteaga indicó este martes que acatará la resolución parlamentaria, siempre y cuando su actuación se apegue a las leyes vigente, es decir, que cualquier enmienda constitucional se realice con el voto de las dos terceras partes de los diputados (55 sobre 82).

Según César Verduga, jefe de la bancada del partido Democracia Popular (demócratacristiano), en esta sesión participarán más de 60 diputados que aprobarán las reformas.

"Así no habrá ningún pretexto para dejar que se posesione un presidente interino", señaló.

El jueves últumo 44 parlamentarios declararon vacante la presidencia, haciendo uso de un artículo de la Constitución que permite la destitución del presidente por incapacidad mental para el ejercicio de sus funciones, sin que sea necesario presentar pruebas e informes médicos que avalen la resolución.

El presidente del parlamento, Fabián Alarcón, fue nombrado presidente interino, pero Bucaram desconoció lo actuado por los legisladores y Arteaga se autoproclamó presidenta sustituta.

Arteaga argumentó su legítimo derecho a la sucesión, a pesar de que, por un aparente error de la pasada legislatura, en la Constitución se omite lo referente a la sucesión del presidente en caso de ausencia total o parcial.

Ante la crisis institucional, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas exhortó a los políticos en pugna a solucionar el conflicto en base al diálogo y la concertación, lo que provocó mayor confusión pues los tres presidentes constitucionales se otorgaban el apoyo de los militares.

La cúpula militar decidió finalmente reconocer la destitución de Bucaram, lo cual posibilitó que Arteaga y Alarcón llegaran a un acuerdo.

Según el convenio aprobado por el Congreso, Arteaga asumía la jefatura de Estado hasta este martes y Alarcón sería nombrado presidente interino hasta el 10 de agosto de 1998, cuando se convocarían a nuevas elecciones presidenciales para el ejercicio 1998-2002.

Arteaga reasumiría a su vez la vicepresidencia, que concluye en el año 2000.

Según los analistas, la decisión del Congreso fue técnicamente un golpe de Estado, que contó con el apoyo masivo de la población.

Las reiteradas acusaciones de corrupción en el gobierno, que incluso llegó a formular el embajador de Estados Unidos, y un paquete de medidas económicas que afectaron a la población de menores recursos, fueron el detonante de una ola de marchas de protesta que concluyeron con la caída de Bucaram. (FIN/IPS/mg/dg/ip/97

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