El incremento del empleo en Cuba tras la reactivación económica de 1996 no ha resuelto aún el problema entre las mujeres y los jóvenes, los sectores más afectados por el desempleados en este país caribeño.
Datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social revelan que las más afectadas son las mujeres jóvenes, que constituyen 30,5 por ciento de la fuerza laboral femenina en la isla.
"Para qué voy a trabajar si con 198 pesos que yo ganaba como secretaria no resolvía casi nada en este país", afirma Mayda García, de 27 años, quien apostó por el negocio privado para sacar a flote su economía familiar.
Una investigación del Centro de Estudios sobre la Juventud (CEJ) realizada entre 1994 y 1995 asegura que 71 por ciento de los jóvenes cubanos sin empleo no se sentía estimulado económicamente para trabajar.
"En los últimos tiempos el salario no ha sido una forma de gratificar el trabajo ni para adquirir productos necesarios para la vida", señala Lidya González, especialista del CEJ.
Otra experta del mismo instituto, Rosa Teresa Rodríguez, asegura que "se ha erosionado el valor del trabajo como medio fundamental de vida y bienestar material", lo que explica la influencia de la crisis económica en el surgimiento del desempleo entre los jóvenes cubanos.
El desempleo es uno las principales preocupaciones en el mundo. Sólo en los países industrializados su tasa total supera el ocho por ciento y la de los jóvenes el 15 por ciento.
"Más de 35 millones de personas en esos países busca un empleo y otras 100 millones viven por debajo del límite de la pobreza", apuntó el informe de 1996 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En Cuba, el total de desocupados alcanzó a fines de 1996 al ocho por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) del país, estimada en unas cuatro millones de personas, según estadísticas oficiales.
A principios de este año, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Salvador Valdés, afirmó que existían 18.784 trabajadores "disponibles", de los cuales 7.244 están reubicados temporalmente. La mayoría de los restantes recibe un subsidio temporal.
Con el nombre de "disponibles" se designa al grupo de trabajadores "racionalizados" (despedidos) tras el proceso de ajuste laboral realizado en las empresas estatales en búsqueda de una mayor eficiencia.
El 60 por ciento de las personas que buscan trabajo son menores de 30 años, señaló Valdés, que aseguró que pese a la crisis económica "todos los años se ubican, mediante el adiestramiento laboral, más del 95 por ciento de los graduados".
Sin embargo, el estudio del CEJ apuntó que 79 por ciento de los jóvenes sin interés en trabajar expresó sentirse cómodo porque sus familias los mantienen o porque reciben remesas del extranjero.
Sólo 5,9 por ciento reconoció que la estaba pasando mal, mientras que el 13,4 por ciento reconoció que subsistía mediante los negocios ilegales.
Muchos jóvenes cubanos rechazan los trabajos en la agricultura o la construcción, y desean realizar una carrera universitaria o trabajar en el turismo.
El fenómeno es el resultado de la necesidad de mano de obra calificada que necesitó Cuba para asumir los programas de desarrollo aplicados tras la llegada del gobierno de Fidel Castro.
"Si justa y fértil fue en su momento tal complacencia social, resulta ahora incierta para quienes piensan que también la merecen y hoy se les hace más difícil", señaló el oficialista semanario Granma Internacional.
Los sectores con mayores plazas vacantes son la industria azucarera y la agricultura, mientras otros, como la minería, la geología y la industria química congelaron sus plazas tras la crisis económica.
"Hay que reorientar las fuerzas hacia allí, pero se impone crear condiciones que hagan la vida más agradable en estos sectores", afirmó el ministro de Trabajo y Seguridad Social.
Otros se sienten subutilizados en sus puestos de trabajo por las severas restricciones financieras y de recursos que enfrentan muchas empresas estatales.
"En mi antigua actividad no hacía casi nada relacionado con mi profesión", dice Juan Rivera, graduado de sistema de radio. "Ahora soy editor de programas radiales, que tampoco tiene que ver con mi carrera, pero por lo menos me siento más útil".
Valdés dijo que la nueva etapa del ajuste laboral afectará a las estructuras de dirección empresarial y otros empleos indirectos con mayor presencia femenina, que constituye 42,5 por ciento en el sector estatal civil, pero aseguró que nadie quedará desamparado.
Lo que se necesita "es que cada territorio reincorpore rápidamente en labores socialmente útiles a los trabajadores disponibles y fomente otros empleos que los priorice a ellos", afirmó el ministro.
En 1995, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social aseguró que el 47 por ciento de los egresados de distintas carreras fueron ubicados en plazas vinculadas directamente con su especialidad y 30 por ciento en puestos con cierta relación.
Las autoridades cubanas esperan que la reactivación económica incremente aún más el nivel ocupacional logrado en 1996, sobre todo en el sector no estatal. (FIN/IPS/mrc/ag/if/97
