CARIBE: Movilización en defensa de mercados externos cautivos

La liberalización de los mercados amenaza los ingresos de los pequeños estados anglófonos del Caribe, que luchan por mantener los acuerdos preferenciales de comercio que protegen sus principales exportaciones.

Ahora se trata del ron. Funcionarios de la región anunciaron una campaña diplomática y política para conservar la protección que beneficia al ron caribeño en los mercados de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

Estados Unidos y la UE fijaron inicialmente la fecha del 2005 para la eliminación de los aranceles aduaneros a la importación de bebidas destiladas de toda procedencia, pero han resuelto adelantar el momento al 2000.

De mantenerse esa decisión, los ocho años que los productores de ron del Caribe aún disponían para adaptarse a la libre competencia se reducirán a tres.

Varios países latinoamericanos aventajan al Caribe anglófono en cuanto a costos competitivos de producción de la caña de azúcar, de la que se extrae la melaza, materia prima del ron, y en condiciones de libertad de comercio dominarían el mercado mundial.

Las naciones caribeñas anglófonas obtienen anualmente 50 millones de dólares por sus exportación de ron, que nunca han enfrentado competencia en Estados Unidos, donde están protegidas por la Iniciativa para la Cuenca del Caribe, ni en la UE, donde las ampara la Convención de Lomé.

El debilitamiento de esa protección abriría paso a las exportaciones de países mayores, que pueden producir el ron a menor costo, advirtieron los funcionarios.

Los gobernantes del Caribe son conscientes de que esa hipótesis puede volverse realidad, dada la marcha del mundo hacia la liberalización del comercio, aunque no están preparados para enfrentarla.

"Sabíamos que eso podía ocurrir, pero no esperábamos que los hechos se produjeran tan rápidamente", declaró Greg Rawlins, del secretariado de la Comunidad del Caribe (Caricom), radicado en Guyana.

"Debemos apresurarnos a tomar medidas para mantener en el mercado nuestras marcas comerciales de ron, en lugar de depender de las ventas a granel, como hasta ahora", observó Rawlins.

El secretario general de la Caricom, Edwin Carrington, exhortó al Caribe a ponerse inmediatamente en campaña para conservar sus mercados cautivos tanto tiempo como sea posible.

Organizar esa clase de campañas es ya un estilo de vida en el Caribe. Si bien el esfuerzo se concentra ahora en el ron, los gobernantes de la región todavía libran batalla para conservar el mercado cautivo de la UE para su banano y revertir un drástico recorte de su lucrativa cuota de arroz en el mismo bloque.

Un panel de solución de disputas de la Organización Mundial de Comercio considera la protesta de Estados Unidos y productores latinoamericanos contra el régimen de banano de la UE, que los demandantes consideran discriminatorio.

El actual régimen del banano de la UE, que entró en vigor en 1993, permite el ingreso sin aranceles en el espacio comunitario del fruto procedente de los estados de Africa, el Caribe y el Pacífico contemplados en la Convención de Lomé.

La industria del banano es vital para varios estados y territorios del Caribe, cuya economía sería seriamente afectada si el acuerdo en vigencia con la UE fuera desmantelado.

Eugenia Charles, ex primera ministra de Dominica, advirtió que el fin de ese convenio provocaría una explosión del narcotráfico, ya que productores de banano del Caribe buscarían un medio alternativo de vida en el cultivo de drogas.

Mientras, la UE anunció que protegerá su propia producción de arroz mediante el recorte a la mitad del volumen que adquiere en el Caribe.

Esa medida reducirá los ingresos de varios territorios dependientes de potencias extrarregionales que aprovecharon su estatuto jurídico para convertirse en exportadores de arroz.

La UE exonera de aranceles a productos procesados en territorios dependientes y les concede libre acceso a su mercado, con el fin de estimular el desarrollo económico de esas islas.

Las Antillas Holandesas, Montserrat y las islas Turcas y Caicos utilizaron ese tratamiento preferencial para lograr un nicho en el comercio de arroz, pese a que no producen el grano.

Esos territorios importan la materia prima de Guyana y Suriname, para procesarla en sus propios molinos y exportarla luego libremente a Europa. Pero la decisión de la UE modifica las cosas.

Incluso Guyana, fuente de casi 70 por ciento del arroz exportado por el Caribe a Europa, y Suriname, que produce el resto, deberán buscar otros mercados.

Aún los gobernantes más optimistas de la región aguardan tiempos duros, según advirtieron varios observadores. (FIN/IPS/tra- en/bw/cb/ff/if/97

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