Las naciones del Norte industrializado y el Sur en desarrollo, que se reunirán desde este martes en esta ciudad de Alemania para buscar acuerdos sobre la forma de enfrentar el recalentamiento del planeta debatirán sus diferentes puntos de vista sin llegar a una confrontación abierta.
Así lo afirmó el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), Michael Zammit Cutajar.
Desde su adopción en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992, la UNFCCC ha sido la base del esfuerzo mundial para combatir el cambio climático.
En gran medida, el cambio climático ha sido causado por gases que, como el dióxido de carbono, atrapan la radiación solar en la atmósfera terrestre y reducen la capa de ozono, con el consiguiente aumento de la temperatura, el llamado 'efecto invernadero'.
La UNFCCC ha sido al mismo tiempo una de las herramientas esenciales de la comunidad internacional en el esfuerzo por lograr un desarrollo sostenible.
Tanto el daño causado por el cambio climático como las políticas para minimizarlo tienen consecuencias sobre el ambiente y la economía. Los costos del cambio climático varían de país en país.
Las naciones desarrolladas son responsables de las dos terceras partes de las emisiones de gases con efecto invernadero en el pasado y de 75 por ciento de las emisiones en la actualidad, pero tienen mayores posibilidades de protegerse del daño.
Los países en desarrollo, por otro lado, tienden a tener una baja emisión per cápita y son más vulnerables ante los efectos de los cambios climáticos.
Ello explica la divergencia de intereses entre los países industrializados y en desarrollo, mientras autoridades de 150 gobiernos se preparan para discutir el primer texto de negociación para un nuevo acuerdo del cambio climático.
Se espera que sea adoptado en el tercer encuentro ministerial – conocido como la conferencia de las partes firmantes de la convención (COP)- que se realizará en diciembre en la ciudad japonesa de Kioto.
"Tendremos un protocolo en Kioto. Pero la cuestión reside en cuál será su contenido", dijo Zammit Cutajar, subrayando la importancia de las reuniones venideras y las programadas para agosto y octubre en Bonn.
Es la primera vez que las conversaciones sobre cambio climático se realizan en Bonn. Son parte de una serie surgida en la convención marco sobre cambio climático aprobada en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro.
Los países desarrollados acordaron tomar medidas para reducir para el 2000 las emisiones de gases con efecto invernadero al nivel de 1990.
En la primera sesión de la conferencia de los signatarios de la convención en 1995 en Berlín, los gobiernos reconocieron que se necesitaban medidas más enérgicas para minimizar el riesgo del cambio climático.
En el segundo encuentro, en julio pasado en Ginebra, la declaración hizo hincapié en la necesidad de acelerar las conversaciones del mandato de Berlín para fortalecer la convención.
Especialmente, se dijo que los compromisos para controlar las emisiones con posterioridad al 2000 fueran "legalmente vinculantes".
El documento poyaba los esfuerzos de las naciones en desarrollo para cumplir la convención y encarar el cambio climático y sus consecuencias adversas.
Se exhortó al Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) -organizado por el Banco Mundial en cooperación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)- a que brindara su apoyo.
La conferencia admitió que el continuo avance de los compromisos existentes por parte de los países en desarrollo, en el contexto de sus prioridades nacionales para el desarrollo sostenible, exigían una "acción resuelta y oportuna".
"El acceso a los recursos financieros y las tecnologías no agresivas para el ambiente … será esencial," expresó la declaración ministerial de Ginebra en julio pasado.
Cinco meses después, Ginebra fue la sede de la quinta reunión del grupo ad hoc del mandato de Berlín (AGBM) realizada como resultado de la primera conferencia de signatarios.
Al presidente de la AGBM, Raúl Estrada, de Argentina, se le solicitó que "compilara un marco de propuestas", sobre la base de las fórmulas presentadas por los gobiernos.
De acuerdo a Zammit Cutajar, los delegados de las reuniones venideras en Bonn, utilizarán ese documento de 88 páginas para preparar un texto de negociación.
El documento subraya la preocupación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) por las consecuencias sobre sus economías si otros países reducen su consumo de hidrocarburos.
Arabia Saudita, Kuwait y otros arguyen que no existe certeza científica sobre el daño causado por el consumo de petróleo y sostienen que el proceso de la convención debe realizarse con cautela.
Con el apoyo de China, los países en desarrollo del Grupo de los 77 (G-77) tendrán una posición conjunta sobre los compromisos para reducir las emisiones y la transferencia financiera y económica.
Pero sus intereses difieren. China y otros tienen enormes reservas de carbón, vitales para su desarrollo económico. Los países africanos se concentran sobre la vulnerabilidad al cambio climático y sus consecuencias.
Muchos de los llamados 'tigres asiáticos' temen por su parte ser los próximos a quienes se les pedirá reducir las emisiones.
Los países con grandes industrias forestales temen las consecuencias de las políticas que traten a sus bosques como procesadores naturales del dióxido de carbono mundial en lugar de hallar formas para reducir las emisiones causadas por el hombre.
Los países insulares, vulnerables al aumento del nivel de los mares, apoyan una acción rápida para reducir las emisiones.
Los intereses divergentes de los países del Norte industrializado y el Sur en desarrollo, así como los de cada uno de los países de ambos grupos, se analizarán en la primera ronda de las conversaciones, desde este martes y hasta el próximo viernes.
La segunda ronda, del 3 al 7 de marzo, se centrará en los llamados mandatos de Berlín sobre mayores compromisos para reducir las emisiones.
Desde que los países desarrollados acordaron reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero en la convención marco adoptada en Río de Janeiro en 1992, la convención ha sido ratificada por 164 países y la Unión Europea. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/aq-jc/en/97