BRASIL: "Banco del Pueblo", crédito popular a bajo interés

Dos experiencias de crédito popular a bajo interés se abren paso en Brasil con éxito, facilitando de la vida de microproductores, artesanos, feriantes y trabajadores independientes de la economía formal e informal.

Una de ellas es impulsada por el gobierno del Distrito Federal de Brasilia y la otra por el municipio de Porto Alegre, la capital del estado de Río Grande do Sul. También se conocen iniciativas semejantes en los estados de Ceará y Paraná.

En Brasilia, el gobernador Cristóvao Buarque creó con esta finalidad el BRB Trabajo, más conocido como "Banco del Pueblo". Es una rama del Banco Regional de Brasilia (BRB) institución oficial del Distrito Federal.

El Banco del Pueblo ya otorgó 272 créditos por un total equivalente a unos 440.000 dólares, un promedio de 1.600 dólares por cada préstamo.

Como el sistema es aún incipiente, hasta ahora sólo vencieron siete de estas operaciones y todas ellas fueron debidamente saldadas en fecha por los deudores.

El presidente del BRB, Luis Fernando Víctor, no da la menor importancia al hecho de que muchos clientes del "Banco del Pueblo" no tengan garantías reales para ofrecer.

"Contra lo que mucha gente piensa, tener un nombre limpio en la plaza es fundamental para esta gente que antes no tenía acceso al crédito", explica.

La tercera parte de los recursos destinados a estos créditos sociales proviene de la Secretaría de Trabajo del Distrito Federal, mientras que el resto fue aportado por el propio Banco de Brasilia.

Además, a fin de facilitar la baja de intereses, el gobierno federal decidió exonerar las operaciones del Banco del Pueblo del Impuesto sobre las Operaciones Financieras.

En Porto Alegre, el municipio creó con ese objetivo la Institución de Crédito Popular Portosol, que ha concedido hasta ahora 1.670 préstamos por un monto equivalente a 2.500.000 dólares.

El índice de atrasos es de apenas 2,5 por ciento del total de contratos, inferior al que se registra en los bancos convencionales. Y aun así, la mayor parte de estos créditos atrasados no se considera como incobrables.

El límite de crédito de la Portosol es del equivalente a 5.000 dólares para capital de giro y de 10.000 dólares para capital fijo.

La tasa de interés es de 4,5 por ciento al mes, bastante elevada para los patrones internacionales pero muy inferior a las del mercado brasileño.

El sistema se apoya en dos ingeniosas novedades: los agentes de crédito y la garantía solidaria.

Los agentes de crédito visitan los candidatos a préstamos populares en sus casas y talleres, analizan sus proyectos, estudian las posibilidades y dirigen la solicitud al comité de crédito, que se se reúne dos veces por semana.

El comité fija el monto del crédito, examina las garantías y establece el número de cuotas. Al cancelar el préstamo, todo cliente buen pagador tendrá las mayores facilidades para obtener nuevos créditos, por valores más elevados y plazos mayores.

Pero quien no cuenta con un garante, no se queda por eso sin el préstamo, sino que tiene aún la opción del crédito solidario, que consiste en reunir tres o más personas, generalmente amigos o vecinos, que firman conjuntamente, aunque no tengan bienes.

En esta modalidad de crédito, el índice de insolvencia es igual a cero.

Este año, la Portosol se propone aumentar el volumen de sus préstamos a 4.000.000 de dólares.

Ya obtuvo 1.800.000 dólares en el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social y va a recibir recursos de la Interamerican Foundation, del Congreso de Estados Unidos y de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica. (FIN/IPS/rs/dg/if-pr/97

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