BANGLADESH: Negociaciones de paz avanzan tras 21 años de lucha

El gobierno y el ejército de Bangladesh se están tomando en serio las negociaciones para poner fin a la persistente guerra civil que obligó a 50.000 personas a huir de sus tribus hacia campos de refugiados en la vecina India.

La última ronda de conversaciones entre el gobierno de la Liga Awami y la organización Jana Sanghati Samity (JSS), que procura mayor autonomía para las minorías étnicas de las montañas de Chittagong, en el sureste del país, acercó a las partes a la meta de restaurar la paz.

Las negociaciones para acabar con los combates que comenzaron hoy hace 21 años se abrieron en 1985, pero las reuniones de la semana pasada fueron la primera ocasión en que los dirigentes rebeldes se trasladaron a Dhaka, la capital de Bangladesh.

Allí fueron alojados en la residencia reservada por el gobierno a los visitantes extranjeros, un gesto que no pasó desapercibido.

Shontu Larma, líder del JSS y de su brazo armado, Shanti Bahini (SB), consideró que el gobierno de la Liga Awami demostró más seriedad que sus antecesores en la búsqueda de una solución al conflicto.

El actual gobierno se reunió por primera vez con los rebeldes en diciembre, cuatro meses después de acceder al gobierno.

El día 27 de ese mes, el comandante del ejército de Bangladesh, general Mahbubur Rahman, dijo en Rangmati, principal poblado de Chittagong, que sus tropas estaban fatigadas y que deseaban volver a los cuarteles.

Esas declaraciones fueron consideradas una señal de que tanto el gobierno como los militares consideran seriamente la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz con los insurgentes.

Un tercio del ejército de Bangladesh está desplegado en Chittagong para contener a los rebeldes, en operaciones que cuestan al gobierno alrededor de 90 millones de dólares cada año. Aparte de eso, Dhaka ha sido acusada con frecuencia de violar los derechos humanos en esa zona.

Alrededor de 50.000 refugiados de Chittagong se encuentran en India. Los primeros fueron allí en 1960, cuando se construyó la represa Kaptai, explicó Abrar Chowdhury, de la Unidad de Rehabilitación de Refugiados de la Universidad de Dhaka.

"Las condiciones de vida en los campos son supuestamente penosas, pero India ha impedido que los visiten observadores internacionales, incluso enviados del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)", sostuvo Chowdury.

El funcionario afirmó que los asuntos humanitarios fueron marginados una y otra vez, para lo cual ambas partes esgrimieron excusas basadas en cuestiones políticas y de seguridad.

Las minorías étnicas de Chittagong integran 11 comunidades tribales que se llaman a sí mismas el pueblo Jumma. La mayoría pertenece a la tribu Chakma, diferenciada étnicamente de los bengalíes que siempre dominaron el gobierno local.

El hermano de Larma, Manobendro, fundó el JSS y el SB en 1974, tres años después de la secesión de Bangladesh de Pakistán, porque Dhaka se rehusaba a aceptar a los jumma como minoría étnica.

El conflicto se agravaba a medida que aumentaba el comercio maderero en Chittagong, lo cual marginó al pueblo Jumma en su propio territorio. La represa Kaptai sumergió casi toda la tierra cultivable. El resto fue ocupada por bengalíes procedentes de las llanuras.

A pesar de que nunca se declaró la ley marcial en esta zona montañosa y que, en teoría, prevalecen las leyes civiles, la administración real del territorio ha estado bajo control del ejército.

Los militares aflojaron las riendas recién en los últimos dos años, pues incluso operó en el lugar durante un cese del fuego que duró cuatro años. No existen cifras confiables sobre el número de bajas.

El ejército de Bangladesh afirma que India brindó, además de refugio, armas y entrenamiento a los rebeldes, una acusación que niega el JSS.

Las conversaciones entre el gobierno y la guerrilla comenzaron en octubre de 1985, bajo la dictadura militar del después derrocado general Hussain Mohammed Ershad.

El gobierno que antecedió al actual, a cargo del Partido Nacional de Bangladesh (PNB), introdujo por primera vez civiles en las delegaciones oficiales en 1992.

Incapaz de acabar con la insurgencia por medios militares, el PNB alentó el establecimiento de colonias de bengalíes en Chittagong, lo cual provocó un abrupto cambio demográfico en la región.

Más de 500.000 en un total de un millón de habitantes de la población de la zona son colonos bengalíes, que también tomaron las armas para mantener lo que gobiernos anteriores les concedieron.

Al parecer, no se reconocerá el derecho de los colonos a permanecer en Chittagong si se alcanza un acuerdo de paz.

"El JSS no lo aceptará. Ellos deberán pagar el precio de la paz. Eso se convertirá en un problema humanitario tan importante como el de refugiados jumma de hoy", dijo Maksud Ahmed, un crítico de los rebeldes. (FIN/IPS/tra-en/ac/an/mj/ip pr/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe