La población mayor de 60 años aumenta en Asia más rápidamente de lo que lo hizo en el pasado en el Norte industrial, advirtió en Filipinas la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los países en desarrollo albergarán en el 2020 a 70 por ciento del total mundial de personas de más de 60 años y Bangladesh, China, India, Indonesia y Pakistán figurarán en ese momento entre las 10 naciones de mayor población de edad avanzada.
"El mundo es testigo de un extraordinario aumento en términos absolutos y relativos de la población anciana, especialmente en los nuevos países industriales y en desarrollo", destacó en Manila S.T. Han, director de la OMS para el Pacífico occidental.
Japón es el país de más rápido envejecimiento, y señales de igual tendencia se observan en algunos "tigres" del sudeste de Asia, como Corea del Sur, Taiwan y Singapur.
El gobierno japonés, que otorga una pensión básica a los ciudadanos mayores de 65 años, busca soluciones a los crecientes problemas de la seguridad social y del sector de salud para asegurar no sólo la longevidad, sino también calidad de vida y la productividad de los ancianos.
Los japoneses ya no sólo hablan de "retiro", sino de "segunda vida", y muchos ciudadanos de edad avanzada toman nuevo empleo o se dedican a sus propios negocios o aficiones, o realizan trabajos voluntarios para la comunidad.
Varias empresas japonesas han prolongado la carrera laboral y aumentado la edad de retiro de 55 años hace dos décadas a 60 en la actualidad. Algunas consideran llevarla a los 65 años.
El pequeño Singapur, una ciudad estado de dos millones de habitantes, también manifiesta tendencia al envejecimiento y fortalece los servicios de salud, para asegurar la cobertura a los mayores.
En la región del Pacífico occidental de la OMS, que se extiende de Asia oriental al Pacífico, los ancianos serán 16 por ciento de la población total en el 2020, ante nueve por ciento en 1990.
Por entonces, cerca de 30 por ciento de los 125 millones de habitantes de Japón tendrán más de 60 años. La población de mayor edad de Corea del Sur crecerá de 7,5 por ciento en 1990 a 18 por ciento en el 2020.
China, que con 1.200 millones de habitantes es la nación más poblada de la Tierra, sigue también ese proceso. Hacia el 2020, la población anciana de China estará compuesta por 230 millones de personas.
India tendrá 145 millones de ancianos, Indonesia, 43 millones, y Pakistán, 18 millones.
La Organización de Naciones Unidas señaló en "Perspectivas de la Población Mundial 1950-2050", un informe publicado el último año, que debieron transcurrir casi 100 años para que la proporción de personas mayores de 65 años creciera de siete a 14 por ciento del total en Europa occidental.
El mismo proceso llevó sólo 25 años en Japón, que será la sociedad más envejecida del mundo en el 2010. En Corea del Sur, la población anciana aumentará de 5,6 por ciento en 1995 a 11,45 en el 2020.
El incremento será en India de 4,59 a 8,1 por ciento en el mismo periodo, y en China, de 6,11 a 10,51 por ciento.
Pero el envejecimiento de la población no es solamente un problema de números. Significa que una mayor cantidad de ancianos viven más tiempo, y ese hecho pone en primer plano la cuestión de la calidad de vida y de los servicios de salud.
Los gobernantes deben enfrentar el desafío de la financiación de los servicios de salud y de la seguridad social para los ancianos, mientras la urbanización y la "occidentalización" de la sociedad determinan cambios en el cuidado tradicional de los mayores.
Los países más ricos tienen servicios de salud y de seguridad social mejores y más desarrollados para enfrentar el envejecimiento de la población. Japón, por ejmplo, recurre a la contratación de servicios privados para asistir a los ancianos, y promueve su continuado empleo o re-empleo.
Pero las naciones en desarrollo, que aún luchan por superar problemas básicos, como la mortalidad materna y la asistencia de salud a los niños, no tienen medios para resolver el aumento de la demanda que soporta la seguridad social.
"Los servicios de seguridad social no pueden ampliarse en esos países a grandes sectores de población, debido a la falta de recursos", explicó la OMS.
La presencia de una amplia población de ancianos determina un mayor índice de enfermedades cardiovasculares y artritis y problemas de soledad y marginación social.
"No está claro si la longevidad se debe a una mejor calidad de vida, pues muchos ancianos llevan una dolorosa existencia. Los hechos evidencian que varias formas de incapacidad marcan a menudo los últimos años de la vida", señaló la OMS.
"La consecuencias emergentes del envejecimiento de la sociedad en las áreas social y de salud de los países en desarrollo deben ser encaradas con mucha atención", agregó la OMS.
Pese a cambios en las costumbres tradicionales, las familias asiáticas aún consideran que el cuidado de los ancianos es su responsabilidad. Pero en Occidente, es común destinarlos a residencias especializadas. (FIN/IPS/tra-en/js/cpg/ff/pr/97