AFRICA: La piratería domina el mercado de software

El mercado de programas de computación en el Africa subsahariana presenta uno de los más grandes desafíos a la protección de los derechos del "software" en todo el mundo.

"Las operaciones en Africa nos presentan un conjunto propio y exclusivo de retos, dentro de los cuales estamos aprendiendo a trabajar", reconoció Phil Allcock de la firma Microsoft, primera firma en el mercado mundial de sistemas y programas aplicables a las computadoras personales.

"Africa exhibe una de las más altas tasas de piratería de software del mundo, pero ello no impide que las multinacionales se instalen en la región y que las empresas nacionales adopten nuevas tecnologías, lo que significa crecimiento y mayores inversiones", añadió Allcock.

El continente sigue siendo un territorio virgen para las inversiones tecnológicas y empresariales, según dijo Allcock en una información brindada a la prensa este miércoles en Johannesburgo, al anunciar las decisiones de inversión de su compañía en la subregión subsahariana.

El ejecutivo matizó de inmediato que, sin embargo, Africa se está convirtiendo rápidamente en un blanco importante del desarrollo,

Aunque el nivel de uso de computadoras sigue siendo bajo en relación con otras regiones del mundo, la tasa de piratería oscila entre 80 y 90 por ciento según los países, lo que contrasta con 35 por ciento en Estados Unidos y 45 por ciento en Gran Bretaña.

Sudáfrica es una excepción, con una tasa de piratería de 58 por ciento, pero a causa del tamaño de su mercado, las ganancias potenciales y no realizadas por las empresas de software son mayores en este país que en cualquier otro. El año pasado fueron estimadas en 88 millones de dólares.

En todo el continente -que representa no más de uno por ciento del mercado internacional de Microsoft, las pérdidas totales de esta firma por la duplicación y venta ilegales de software llegaron a 260 millones de dólares el año pasado.

Microsoft juzga que esa es una cantidad importante si se la compara con su facturación total de 2.700 millones de dólares en 1996 y unas ganancias netas de 741 millones de dólares.

Puede afirmarse que Nigeria es el país que tiene la más alta tasa de piratería, debido a la falta de una legislación adecuada y de mínimos controles. Especialmente en Lagos, es muy posible conseguir un sistema Windows en cualquier calle comercial de baja categoría.

"El principal problema radica en la falta de leyes de propiedad intelectual. En Zimbabwe, por ejemplo, la ley de derechos de autor data de 1955, y algo similar ocurre en Kenia", señaló Rob Katz, de la Alianza de Software Empresarial (BSA), que agrupa a cuatro fabricantes de software.

La BSA se dedica a concienciar a las empresas en las consecuencias de la piratería, investigar la existencia de esas prácticas y acusar a quienes sean descubiertos.

Esta asociación está bien implantada en Sudáfrica desde 1993, pero no así en otros países subsaharianos con la excepción de Zimbabwe, donde acaba de establecerse una sección nacional. Se espera que otra sección pueda ser pronto inaugurada en Mauricio.

Los piratas de este sector parecen haberse aprovechado del hecho de que el Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIPS) -encuadrado en las normas que rigen la Organización Mundial del Comercio (OMC)- dio un plazo a los países pobres para dictar las leyes apropiadas.

El TRIPS va extendiendo sus normas progresivamente en el comercio mundial, lo cual plantea cada vez mayores desafíos y dilemas a los países en desarrollo.

No obstante, las opiniones adversas sostienen que la historia del control de la propiedad intelectual no ha hecho otra cosa que reforzar continuamente a los monopolios empresariales, debilitando los derechos de las sociedades y las naciones pobres.

Los defensores de estos países argumentan que los países industrializados usurpan el derecho soberano de otras naciones a establecer sus propias políticas de innovación y desarrollo.

No obstante, los países pobres no pueden rechazar las normas de la OMC, si desean seguir siendo realistas y no quieren quedar al margen de un mercado mundial en permanente expansión.

Otro problema que enfrentan los que comercian en software en Africa deriva de que los aranceles aduaneros aplicables a la importación de software siguen siendo excesivos en muchos de los países.

"Unos derechos de hasta 50 por ciento nos ponen muy difícil la comercialización, ya que los precios del software legal resultan prohibitivos", afirmó Allcock.

Microsoft acaba de abrir oficinas en Abidjan (Costa de Marfil) y en Nairobi (Kenia). (FIN/IPS/tra-en/gm/jm/kb/arl/if/97

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