YUGOSLAVIA: Navidad ortodoxa, mayor protesta contra Milosevic

La tradicional misa de medianoche de la Navidad ortodoxa congregó este lunes a unas 250.000 personas en esta capital, en un acto que se convirtió en la mayor manifestación de oposición popular contra las autoridades de Serbia. ia, Slobodan Milosevic, y los medios estatales ignoraron la o durante los 50 días de protestas realizadas en Belgrado y otras ciudades desde que su gobernante Partido Socialista anulara las elecciones ganadas por la coalición opositora Zajedno el 17 de noviembre.

La misa de la medianoche de la Navidad ortodoxa del 6 de enero fue dada por el líder de la iglesia en Serbia, el Patriarca Pavle.

El hecho coronó un día agitado para la oposición, después que estudiantes demócratas ganaran el cauto respaldo del jefe del ejército, general Momcilo Perisic.

Perisic dijo a una delegación de estudiantes que sus tropas obedecerían la constitución y se mantendrían fuera de la política, y expresó su esperanica, y expresó su esperanza personal de que las siete semanas de estancamiento se superen democráticamente, para que Yugoslavia pueda reunirse con Europa.

Una declaración del ejército que escogió cuidadosamente las palabras urgió a todos los involucrados a superar la situación "dentro de las instituciones legales del sistema, de un modo propio de los países democráticos".

Según Cedomir Jovanovic, uno de los líderes de la protesta estudiantil, "las conversacionesantil, "las conversaciones fueron útiles para ambas partes".

"Concluimos que buscamos lo mismo, que se respete la constitución y las leyes", dijo el líder estudiantil a la Radio Belgrado Independiente B-92.

Una medida de las tensiones fue edida de las tensiones fue la explosión de este lunes por la noche en la oficina del partido marxista aliado de los socialistas y liderado por la esposa de Milosevic, Mirjana Markovic, el cual propone una línea dura contra las protestas de la oposición. El atentado no causó heridos.

En 1991, Milosevic desplegó tanques y tropas en Belgrado para reprimir manifestaciones en busca de la reforma democrática. Durante los últimos años, la posición del ejército perdió fuerza, y Milosevic construyó una fuerte policía paramilitar para respaldarse.

Tras hablar con Perisic, los líderes estudiantiles se dirigieron al ministro de interior, Zoran Sokolovic, quien se negó a levantar una prohibición a las marchas callejeras tras los enfrentamientos del 24 de diciembre entre manifestantes de Zajedno y simpatizantes del gobierno, en los que murió una persona.

Los medios de comunicación estatales se negaron a transmitir el mensaje de Navidad de la Iglesia Ortodoxa, y la desafiaron con un comentario en la radio oficial. "La iglesia y su líder se alinearon con enemigos de los serbios en Occidente", acusaron.

Durante los últimos cinco años, la iglesia ortodoxa serbia comprtió los problemas de la oposición, al confrontar su patriotismo tradicional serbio con su hostilidad hacia la guerra nacionalista.

Pero el respaldo a las pacíficas manifestaciones diarias se profundizó a medida que la policía comenzó a reprimir a los manifestantes de Zajedno y a bloquear las protestas con fuertes cordones de seguridad después del 24 de diciembre.

La represión del gobierno logró que los manifestantes encontraran nuevas formas de expresión.

El domingo, la orden de Milosevic a la policía para que mantuviera las calles libres de manifestantes y permitiera el libre tráfico de vehículos, fue vuelta en su contra por la oposición.

Miles de automóviles estacionaron en las calles centrales de Belgrado y decenas de miles de manifestantes marcharon por la ciudad. La protesta del domingo se hizo bajo la consigna "Nuestro bloqueo contra el suyo".

Las protestas tienen un tono de buen humor y diversión, ya que, según el profesor de psicología de la Universidad de Belgrado Zarko Korac, se han convertido en "terapia colectiva para personas forzadas a estarse quietas durante años y hartas con la política del régimen".

En los límites de la cuestión, la situación se complica para Milosevic. El alcalde socialista de Belgrado, Nebojsa Covic, renunció sin explicaciones, pero poco antes de la anulación se contaba entre los pocos socialistas en afirmar que Belgrado debía "ser gobernada por aquellos ganadores de las elecciones".

Los analistas coinciden en que el régimen intenta ganar tiempo mientras estudia sus próximas medidas, aún al costo de contradecir a la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), la cual confirmó que las elecciones en 15 de las 18 mayores ciudades serbias fueron limpiamente ganadas por Zajedno.

Una carta firmada la semana pasada por el canciller Milan Milutinovic y uno de los más cercanos asesores de Milosevic rechazó el veredicto de la OSCE, según el cual la coalición opositora ganó las elecciones en las principales ciudades serbias, y concedió la derrota sólo en tres.

En las otras ciudades, dijo Milutinovic, "ningún partido o coalición obtuvo una clara victoria", y desafió la victoria de Zajedno en Belgrado. El canciller solicitó a la OSCE el envío de sus datos y resultados electorales, para "comparar y verificar las estadísticas". (FIN/IPS/tra-en/vpz/rj/lp/ip/96

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