La polémica levantada por la aparición de una supuesta cura para el sida ha hecho que se retrase en Sudáfrica el trabajo de educación y prevención de la enfermedad, según la opinión de expertos en la materia.
Tres científicos de la Universidad de Pretoria informaron la semana pasada que han desarrollado un nuevo medicamento llamado Virodene P058, que reduce la presencia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en la sangre y además es de bajo costo.
Olga Visser, que forma parte del terceto, dijo que el trabajo del grupo se encuentra ahora empantanado por las discusiones acerca de la autenticidad de sus afirmaciones.
"Nuestro propósito es ayudar a los millones de personas pobres de Africa y en general de los países en desarrollo, que no pueden afrontar el costo de los medicamentos que actualmente están en el mercado", argumentó Visser.
Algunos de los medicamentos que se utilizan contra el sida llegan a costar alrededor de 870 dólares por mes. Se informó que la administración de Virodene P058 costaría alrededor de 35 dólares por mes.
Los científicos dijeron haber experimentado su descubrimiento en 10 pacientes voluntarios durante los últimos seis meses. Los investigadores gastaron 174.000 dólares de su propio peculio en la investigación del Virodene P058.
El anuncio de los científicos entusiasmó a la comunidad médica, pero según la Convención Nacional del Sida de Sudáfrica (NACOSA), la sensacional cobertura informativa otorgada al nuevo medicamento dio a los aproximadamente dos millones de portadores del VIH falsas esperanzas de curación.
NACOSA es una asociación de cúpula que nuclea a las organizaciones no gubernamentales sudafricanas que trabajan en el tema del sida (síndrome de inmunodeficiencia humana).
De acuerdo con NACOSA, la gente que vive con el VIH sintió una mayor expectativa ante la posibilidad de disponer inmediatamente de un tratamiento accesible.
"El trabajo de educación y prevención ha sido dejado de lado por la sensacional presentación que se hizo al gabinete de ministros y la consiguiente cobertura por parte de los medios de comunicación", expresó una declaración de NACOSA.
Los tres investigadores -que solicitaron al gobierno la asignación de 800.000 dólares para concluir su trabajo- llevaron algunos de sus pacientes a una reunión del gabinete en la que hicieron la presentación de su descubrimiento.
La afirmación de los científicos y el acalorado debate que se desató de inmediato, llevaron a que los propios investigadores, el comité de ética de la Universidad de Pretoria y el Consejo de Control de Medicamentos (MCC) suspendieran las pruebas humanas del Virodene.
El MCC declaró que no se harán más experimentos con pacientes y se suspenderán todos los tratamientos hasta que el Consejo y el comité universitario de ética hayan estudiado toda la información disponible sobre los efectos del Virodene, además de la literatura internacional y los temas de seguridad.
El programa nacional de combate al VIH y a las enfermedades de transmisión sexual, junto con la campaña de educación y concienciación sobre el sida, se han visto entorpecidos por carencia de fondos y una supuesta corrupción.
El año pasado, la campaña del sida se vio envuelta en un escándalo de tres millones de dólares por el mal uso de fondos otorgados por la Unión Europea para financiar una obra teatral sobre la enfermedad.
El programa nacional fue renovado en 1994, cuando el nuevo gobierno democrático lo retomó y le asignó un pequeño presupuesto anual de 4,5 millones de dólares. NACOSA había recomendado en aquel entonces un presupuesto anual de 57 millones de dólares.
De acuerdo con proyecciones realizadas por Southern Life Insurance en 1995, hacia el año 2010 el gobierno gastará 30 por ciento del total del presupuesto de salud para cubrir los costos ocasionados por el sida.
No obstante, siguen brillando por su ausencia en las calles de Sudáfrica los cientos de carteles anunciadores que se supone deben proporcionar a la población los necesarios mensajes que formen conciencia y estimulen la prevención.
Los expertos afirman que la última polémica sobre una supuesta cura para el sida es una nueva señal de la falta de coordinación de los esfuerzos que se hacen en el país para frenar la contaminación del VIH. (FIN/IPS/tra-en/gm/pm/arl/he/97
