RUSIA: Lebed lanza en EE.UU. su campaña por la presidencia

El general Alexander Lebed, aspirante a reemplazar a Boris Yeltsin en la Presidencia de Rusia, busca lograr la confianza de políticos y empresarios de Estados Unidos, donde había ganado fama de nacionalista y autoritario.

Lebed asistió el lunes en Washington a las ceremonias que dueron comienzo al segundo periodo presidencial de Bil Clinton y se propone pasar varios días en Nueva York, cortejando a los financistas de Wall Street.

El general, desplazado en octubre del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, arguye que, si bien su país presenta riesgos para la inversión privada, los financistas deben apresurar su ingreso en ese mercado, pues él encauzará la economía cuando llegue al poder.

Para disipar toda duda sobre su confianza en que será el sucesor de Yeltsin, aseguró el martes que "tarde o temprano" removerá las regulaciones "innecesarias" que obstaculizan la inversión extranjera en Rusia.

Lebed, identificado por varias encuestas como el dirigente político más popular de su país, insinuó que su pronóstico se cumplirá más temprano que tarde.

A su juicio, el mal estado de salud del presidente convencerá a los rusos de que Yeltsin no puede cumplir su segundo mandato, ganado el año último.

"El estado de salud del presidente se está convirtiendo en pesadilla nacional", declaró el general, quien ha pedido públicamente la renuncia al jefe de Estado.

Yeltsin, que esta semana salió del hospital, después de un tratamiento de 12 días contra una neumonia, "debe evaluar la situación y comprender que no puede gobernar el país", agregó.

De visita en la sede de la Oganización de Naciones Unidas, Lebed observó que la precaución ha caracterizado durante mucho tiempo las relaciones ruso-estadounidenses. "He venido aquí precisamente a cambiar esa relación. Intento mejorar la confianza mutua".

También pretende cambiar su imagen pública en Estados Unidos. Anthony Pell, un agente de relaciones públicas que colaboró en la organización de su visita, admitió que Lebed es visto en Estados Unidos como un político "rústico y autoritario".

Ciertos comentarios superficiales que realizó sobre los judíos y los mormones, y haberse comparado con el ex dictador chileno Augusto Pinochet, lo perjudicaron ante empresarios y políticos estadounidenses, y Lebed intenta ahora retocar su imagen, explicó Pell.

También acalló su oposición a la ampliación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al este de Europa, tras haber ganado notoriedad como ardiente adversario de ese proyecto.

"La OTAN ha tomado una decisión, y pondrá en marcha su ampliación", dijo Lebed. Ahora, Rusia y la alianza atlántica deben colaborar en asuntos de mutuo interés, como la lucha contra el terrorismo nuclear y el tráfico de drogas, declaró.

El auditorio estadounidense de Lebed, tercero en las elecciones presidenciales de 1996, crece junto con el aumento de la popularidad del general en Rusia y con las noticias sobre la frágil salud de Yeltsin.

Los senadores republicanos William Roth y Gordon Smith le dieron la bienvenida en Washington y también se reunió con ejecutivos del conglomerado químico DuPont, con el empresario Donald Trump y con Mahmoud Mamdani, director del área de mercados emergentes de la firma Morgan Stanley.

Su campaña de imagen está favorecida por su distanciamiento del debilitado gobierno de Rusia y por el éxito de su negociación de paz en Chechenia. El acuerdo de Lebed con los rebeldes chechenos puso fin el año último a una guerra brutal y allanó el camino para las elecciones del 27 de este mes en esa república separatista.

"Estamos en vísperas de una nueva era en Chechenia", manifestó Mohammed Shashani, profesor de la Universidad de Pennsylvania y portavoz de los independentistas chechenos en Estados Unidos.

Shashani aseguró que los comicios de Chechenia serán libres y limpios. Tras las elecciones, chechenos y rusos intentarán conseguir 120.000 millones de dólares para la reconstrucción de esa república autónoma.

"Hemos resuelto la cuestión de Chechenia. Sólo resta solucionar algunos problemas técnicos", afirmó Lebed.

El acuerdo logrado, que posterga durante cinco años la discusión sobre la independencia de Chechenia, dará tiempo a rusos y chechenos para reparar los daños materiales causados por una guerra en que murieron más de 100.000 personas, agregó.

También señaló que considera un "magnífico" modelo para Chechencia el estatuto jurídico de Baviera, un estado libre dentro de Alemania.

Lebed señaló a su auditorio que, pese a su fama de nacionalista, no considera a Rusia una superpotencia. "Si usted se encuentra en un estanque fangoso no puede proclamar grandeza", dijo el general. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ff/ip/97

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