El uso de la palabra "integración" en referencia a la anexión de Timor Oriental a Indonesia no significa que la sede de la Iglesia Católica reconozca dicha anexión como legítima, aclaró hoy un alto funcionario del Vaticano.
La aclaración se produjo en respuesta a una amplia cobertura en la prensa indonesia sobre un artículo publicado en la edición del 28 de diciembre del "Bulletino Sala Della Santa Sede".
Dicha publicación oficial señala en un artículo que "Timor Oriental, ex colonia portuguesa, fue integrado a la República de Indonesia el 17 de julio de 1976".
Jakarta interpretó el uso de la palabra "integración", como un reconocimiento de su soberanía sobre Timor Oriental, dado que a nivel mundial se habla, en cambio, de "invasión" y posterior "anexión forzada" del territorio isleño del archipiélago de Java, en el sudeste asiático.
"El artículo del Vaticano puede interpretarse como un reconocimiento de Timor Oriental como la provincia número 27 de Indonesia", habría dicho el embajador indonesio ante el Vaticano Irawan Abidin, según periódicos indonesios.
El viernes, el portavoz del estado del Vaticano, Joaquín Navarro, se negó a hacer comentarios a IPS sobre la interpretación indonesia de la declaración.
Pero una fuente de la Secretaría de Estado subrayó que el Vaticano respeta las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el estatuto de Timor Oriental, y por lo tanto no reconoce la soberanía de Indonesia sobre el territorio.
La declaración sobre Timor Oriental publicada por el boletín de prensa del Vaticano simplemente refleja el hecho de que la antigua colonia portuguesa fue anexada por Indonesia en 1976 y "de ningún modo constituye una forma de reconocimiento", aclaró la fuente.
La ONU, que desconoce la anexión, designó a Timor Oriental como un protectorado de Portugal. Una resolución del Consejo de Seguridad, en diciembre de 1975, exigió el retiro de Indonesia del territorio y la celebración de un referendo para determinar su estatuto futuro.
Más de 200.000 timorenses, o casi un tercio de la población, fueron asesinados durante y después de los hechos del 7 de diciembre de 1975, cuando tropas indonesias invadieron Timor Oriental, poco menos de un mes después del retiro de Portugal.
El Vaticano sólo reconocería la soberanía de Indonesia sobre Timor Oriental si la autoridad se hubiera alcanzado mediante un proceso de negociaciones y se respetara la identidad cultural y religiosa de la población, dijo la fuente.
Sin embargo, era previsible que el primer uso de la palabra "integración" por el Vaticano en referencia al estatuto de Timor Oriental generaría especulaciones, particularmente porque Indonesia ha insistido por muchos años en la utilización de ese término.
Veniendo del Vaticano, el hecho tiene particular importancia, tomando en cuenta que 90 por ciento de la población timorense es católica.
"La declaración ciertamente beneficia a la diplomacia de mi país en la cuestión de Timor Oriental", señaló Aisyah Amini, parlamentario indonesio y presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores.
"Este reconocimiento significa que el Vaticano ha considerado el asunto seriamente y ha visto la realidad", añadió Armindo Marinao Soares, miembro de la Cámara de Representantes provincial de Dili, en Timor Oriental.
Otra razón por la que Jakarta considera que el Vaticano ha visto la "realidad" tiene que ver con la ordenación papal de monseñor Basilio do Nascimiento como obispo de la región de Bacau, en Timor Oriental. La ordenación coincidió con la publicación del artículo en cuestión.
La decisión papal establece a Bacau como una diócesis separada de la de Dili, encabezada por el obispo Carlos Ximenes Belo, quien junto con el líder opositor exiliado José Ramos Horta recibió en 1996 el premio Nobel de la Paz.
Algunos analistas consideran que la formación de la nueva diócesis constituye un intento de neutralización de la inmensa influencia de Belo sobre el pueblo timorense.
No obstante, el Vaticano negó cualquier motivación política y explicó que la formación de la nueva diócesis fue planificada en 1995 para atender al creciente número de timorenses católicos en Bacau.
Si el Vaticano reconociera como legítima la anexión de Timor Oriental a Indonesia, "el obispo Belo formaría parte de la Conferencia Episcopal de Indonesia, y el territorio estaría bajo la jurisdicción de la Conferencia", dijo la fuente oficial. (FIN/IPS/tra-en/yi-jp-ak/cpg/ml/ip/97