/REPETICION/ CHINA: La censura oficial abre un crudo invierno para las artes

Los artistas y figuras del espectáculo de China sufren los embates de un crudo invierno cultural. Una comedia, un programa radial, una exposición de arte plástica y un concierto fueron puestos a la fuerza en la nevera.

Los primeros vientos helados de la temporada arrasaron el 1 de enero con el popular espacio de rock anr roll "Cualquiera puede tocar la guitarra", excluido de la programación de la emisora que lo cobijó durante buena parte del año pasado.

Los censores del Ministerio de Cultura y el Departamento de Propaganda del Partido Comunista también pusieron impidieron la presentación de una provocativa obra de teatro, el concierto de un popular y veterano músico rockero chino y de una exposición de artes plásticas de vanguardia.

La prohibición de actividades culturales consideradas ofensivas o perjudiciales para la sociedad china están en plena consonancia con las nuevas y draconianas normas sobre arte delineadas el mes pasado en el congreso de la Federación de Círculos de Literatura y Artes.

En un discurso ante ese congreso, el presidente de China, Jiang Zemin, afirmó que toda manifestación cultural que se desarrolle en el país debe estar de acuerdo con "la teoría, la línea básica, los principios y estrategias" del gobernante Partido Comunista.

"Los escritores y artistas deben resistir con claridad toda influencia cultural decadente del capitalismo y las clases explotadoras, así como oponerse a cualquier idea o práctica dirigida meramente a ganar dinero", agregó Jiang.

"El invierno llegó a Beijing", comentó, por su parte, Meng Jinghui, célebre director de teatro cuya puesta vanguardista "Camarada Ah Q" fue retirada de cartel antes del estreno debido al nuevo clima cultural imperante en la capital de China.

Meng apenas puede suponer las razones por las que la producción fue levantada cuando aún estaba en fase de ensayo. Las autoridades ni siquiera vieron la obra, por lo que Meng cree que el título no fue del agrado de los censores.

"Camarada Ah Q" alude al nombre de una novela del escritor chino Lu Xung, célebre a comienzos de siglo, "La verdadera historia de Ah Q", que narra la vida llena de fracasos de un campesino que elabora cualquier argumento para considerarse, en toda circunstancia, un triunfador.

La novela de Lu Xun retrata al típico antihéroe chino, el lado oscuro del carácter nacional. El título de la obra de teatro utiliza la palabra "camarada", apelación habitual entre socialistas militantes y, especialmente, entre afiliados al Partido Comunista.

Una pequeña nota publicada por el diario Xinmin Evening News explicó que la obra jamás verá la luz del día porque algunos "viejos camaradas" se manifestaron preocupados acerca del tono de la obra teatral y el giro de la adaptación de la novela.

Cada uno de los tres actos representan puestas en escena de "Ah Q" representadas por tres distintos grupos de personas y en tres diferentes momentos históricos.

El primer acto muestra como actores a intelectuales en la década del 20, la era republicana después del derrocamiento de la última dinastía imperial.

El segundo se ubica en los turbulentos años 60, durante la revolución cultural, y "Ah Q" es representada por un grupo de obreros ciegos, sordos y mudos de una fábrica de prótesis.

El tercer y último acto se ubica en un hospital psiquiátrico en la China actual. Los actores, en este caso, son los pacientes.

El director intentó así exponer la degradación gradual de los intelectuales chinas, a quienes considera "despreciables", pues están "demasiado ocupados por consideraciones materiales para preocuparse por el país".

"Si el título es la única razon para que la obra sea prohibida, quizá lo cambie a 'Camarada Hamlet"', ironizó.

Meng se manifestó sorprendido por la censura de su obra. "Estas cosas generalmente suceden con las películas, no con las obras teatrales", pues las autoridades consideran que el cine tiene más influencia sobre el público que el teatro, consideró.

Pero la acometida de las autoridades sobre la cultura es, ahora, más amplia que en el pasado.

"Cualquiera puede tocar la guitarra" era un programa musical de una hora de duración que se emitía todos los miércoles a la noche, y pudo ser escuchado buena parte del año pasado hasta que fue levantado el 1 de enero.

"Primero dijeron que deseaban cambiar el horario. Luego afirmaron que nadie aprendería a tocar la guitarra escuchando la radio. Y, finalmente, admitieron que cancelaban el programa", dijo Zhang Youdai, el conductor del espacio y el más famoso de los pinchadiscos rockeros de China.

Pero a los árbitros de la cultura no les gusta el rock and roll debido a sus raíces occidentales, explicó Zhang. Y por eso temen la creciente popularidad del rock entre la juventud de China.

Del mismo modo, las autoridades cancelaron un concierto del veterano rockero Cui Jiang convocado para el 30 de diciembre en un pequeño bar.

Zhang sostuvo que la adopción de medidas oficiales contra el rock and roll podría ser contraproducente. "Si continúan empujando a los rockeros a los sótanos, los jóvenes tendrán algo por lo que rebelarse", explicó.

Las artes plásticas tampoco escaparon a la profunda mirada de los guardianes de la pureza cultural. Una exposición de obras de varios artistas vanguardistas chinos en la Galería Nacional de Beijing programada para diciembre no llegó a comenzar.

"Seguramente seguiremos viendo este tipo de cosas en el futuro", pronosticó Meng. (FIN/IPS/tra-en/mj/ab/cpg/mj/cr ip/97

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