El ex presidente de México, Carlos Salinas, dijo tener la convicción de que su hermano Raúl, preso por el asesinato de un dirigente político, enriquecimiento ilícito y falsificación de documentos, es inocente y blanco de abusos de las autoridades.
"Mantenerlo en una celda de castigo en la prisión de Almoloya (la de mayor seguridad en el país), en medio de una proceso viciado y, en ocasiones, hasta perverso, parece más un ánimo de venganza que de justicia", declaró Salinas al diario Reforma.
El ex mandatario, quien desde que terminó su período de seis años al frente del gobierno en diciembre de 1994 no había efectuado declaraciones a la prensa, también se refirió a la irrupción de la Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el estado de Chiapas, a fines de ese mismo año.
La aparición del grupo armado fue una sorpresa, pues fallaron los servicios de seguridad, admitió Salinas en la segunda parte de una entrevista publicada este jueves por Reforma.
Se decidió enfrentar el problema atendiendo las demandas de los indígenas y "obligándolos" a negociar, dijo.
Tras revelar que miembros de su gobierno recomendaron aniquilar a los zapatistas, Salinas indicó que se optó por el diálogo, pues "lo más importante era responder a los justos reclamos indígenas y garantizar la elección presidencial" en la que triunfó el actual mandatario, Ernesto Zedillo.
En relación a su hermano Raúl, detenido en marzo de 1995 bajo la acusación de ser el autor intelectual del asesinato del dirigente del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) Francisco Ruiz Massieu en 1994, el ex presidente sostuvo que se han violado sus derechos legales.
"Parecería que hay un intento inmoral y fallido por quebrantar el estado de derecho. Ha sido reprochable el comportamiento de los responsables", expresó.
A Raúl Salinas, quien era cuñado de Ruiz Massieu, se le acusa además de amasar una fortuna de más de 85 millones de dólares de forma probablemente ilícita, relaciones con narcotraficantes y falsificación de documentos.
El ex presidente dijo lamentar el hecho de que no ejerció mayor control sobre su hermano respecto de las cuentas millonarias que se le han descubierto.
Si el dinero es ilícito habrá que sancionarlo, pero lo que parece injusto es todo el proceso sobre el asesinato, manifestó Salinas.
"Estoy convencido de la inocencia de mi hermano. No ha podido acreditarse un móvil creíble. Además, la prensa ha publicado que la evidencias y acusaciones en su contra se sustentan en abusos del proceso legal que son indefendibles", agregó.
Las declaraciones de Salinas, a quien la oposición acusa de encubrir a su hermano y ser parte de una red de corrupción involucrada con asesinatos políticos, generaron variadas reacciones en el país.
Portavoces del opositor Partido de la Revolución Democrática, opinaron que el PRI pretende "lavar" la imagen de su antiguo líder, permitiendole que hable "verdades a medias y mentiras completas".
Para el vicepresidente del Consejo Episcopal, Luis Morales, en cambio, el ex mandatario "es un valiente" por decir lo que piensa.
A Carlos Salinas no se lo puede considerar culpable hasta que las autoridades prueben lo contrario, sostuvo el prelado. (FIN/IPS/dc/mj/ip/97
