MALASIA: Crece actitud xenófoba hacia trabajadores extranjeros

El influjo de trabajadores extranjeros a Malasia desde de vecinos pobres de Asia plantea sus efectos colaterales, mientras crece en la población un fuerte sentimiento discriminatorio.

Entre dos y tres millones de ciudadanos de Indonesia y Bangladesh inundaron Malasia, legal e ilegalmente, para cubrir la carencia de fuerza de trabajo de una de las economías de mayor crecimiento de Asia.

Algunos economistas afirman que el trabajo extranjero barato es parte de la creación del "milagro económico"' malasio.

Pero llegó el momento en que los aspectos negativos aparecen con fuerza. Los malasios comienzan a quejarse de que aumentó el número de delitos, los inmigrantes son sucios y groseros y no hacen fila para los autobuses.

La situación provocó una reacción del partido Congreso Indio Malasio (MIC), integrado mayoritariamente por integrantes del grupo étnico indio, que comenzó a distribuir folleto advirtiendo a las mujeres sobre los peligros del matrimonio con los trabajdores inmigrantes, en especial los bengalíes.

El folleto advierte que muchas muchachas malasias están siendo engañadas por los bengalíes, quienes deben regresar a su país tras el fin del contrato de trabajo, pero no las llevarán con ellos porque ya tienen esposa e hijos allí.

El rápido crecimiento económico de Malasia en los últimos años creó una escasez de trabajo en el país, suplida por entre dos y tres millones de trabajadores extranjeros, en general de Indonesia, Bangladesh y Tailandia.

Se cree que sólo alrededor de un millón de ellos son inmigrantes legales.

Durante gran parte de 1996, el tema de los trabajadores extranjeros, las medidas para cortar su llegada, su participación en la delincuencia y otros impactos sociales tuvieron un lugar destacado en los medios de comunicación locales y los debates parlamentarios.

Este mes, la segunda negociación parlamentaria sobre un proyecto de ley aprobó la imposición de duras penas, incluyendo multas y cárcel a quienes promuevan el ingreso de inmigrantes ilegales al país.

Mientras los indonesios trabajan en Malasia desde hace largo tiempo, fue el influjo de un gran número de trabajadores bengalíes en los últimos dos años lo que promovió un fuerte debate público sobre el tema.

El debate ha reflejado actitudes xenófobas similares a la respuesta dada en Alemania Occidental cuando se inició el flujo de trabajadores turcos a comienzos de la década de 1970.

Algunos críticos acusan a los medios de generar una histeria contra los trabajadores extranjeros, al acusarlos de elevar el número de delitos.

La profesora de antropología social de la Universidad Malaya Azizah Kassim afirma que, en efecto, la participación de trabajadores indonesios en la delincuencia está generalizada en Malasia.

"Si se consideran delitos importantes como robo, asesinato y violación, entre 30 y 40 por ciento involucran a trabajadores extranjeros", afirmó la especialista.

El rechazo de gran parte de la población malasia hacia los bengalíes amentó el año pasado ante su tendencia a cortejar a las jóvenes. Los matrimonios de bengalíes con mujeres malasias musulmanas superan en número a aquellos con malasias de origen indio.

Los matrimonios con trabajadores indonesios son frecuentes, pero "los malasios tienen una fuerte afinidad con los indonesios, quienes en realidad no son considerados extranjeros. Pero la historia es otra con los bengalíes", explicó Kassim.

La ley malasia no reconoce el matrimonio si una mujer que se casa con un musulmán no se convierte al Islam. Como la mayoría de las malasias de origen indio pertenecen al hinduismo, muchos de los matrimonios se realizan en templos hindúes donde el sacerdote oficiante desconoce detalles de las leyes.

Como consecuencia, los hijos de esos matrimonios no podrán ser reconocidos, y no tendrán derechos, y tampoco la esposa que pida un divorcio.

Alrededor de 10 por ciento de los 18 millones de habitantes de Malasia son de origen indio, y muchos pertenecen a la etnia tamil, mientras en la comunidad prevalece una creencia según la cual no hay suficientes hombres indios para las mujeres.

Kassim sostiene que hubo un aumento del número de matrimonios con bengalíes despúes que el gobierno anunciara, a comienzos del año pasado, que las malasias que se casaran con extranjeros podrían solicitar autorizaciones de residencia permanente para sus maridos. (FIN/IPS/tra-en/ks/kd/lp/pr-lb/97

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