KENIA: Hambruna en el noreste exige urgente ayuda humanitaria

El gobierno del presidente Daniel Arap Moi recibe cada vez más presiones para declarar zona de desastre el noreste de Kenia, asolado por la hambruna.

Si la región es declarada zona de desastre, alegaron 11 legisladores de provincias afectadas, sería más fácil estimular a agencias internacionales de ayuda humanitaria para que entreguen alimentos a la región semiárida, en la frontera con Somalia.

Los pastores de la región afectada ya perdieron un número considerable de cabezas de ganado, y "la situación se está escapando de las manos", dijo el parlamentario Jilo Falana.

La gente ya está muriendo en áreas de las provincias del noreste y el este y otras regiones semiáridas, mientras se agotan las reservas de alimentos, incluso en lugares tradicionalmente seguros como el sur, destacó Michael Wamalwa, líder del Foro por la Restauración de la Democracia en Kenia (FORD-Kenia).

Sumando su voz al debate, el "Daily Nation", principal diario del país, urgió al gobierno a encarar el tema de la hambruna como cuestión prioritaria.

El diario dijo que el gobierno debe dedicar su política agrícola a la irrigación y otras medidas que permitan la seguridad alimentaria en tiempos de sequía.

Aunque alrededor de dos tercios de Kenia son áridos o semiáridos, grandes extensiones de estas tierras marginales pueden transformarse en productivas mediante la irrigación, destacó el diario.

Karega Mutahi, autoridad del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Comercialización, dijo a los periodistas este jueves que Kenia, con una población estimada de 28 millones de personas, calcula un déficit de más de cuatro millones de bolsas de maíz para 1997.

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), urgió al gobierno a permitir que el maíz para los "consumidores más vulnerables" ingrese al país libre de impuestos.

La región del noreste ha sido golpeada por tres pobres estaciones lluviosas. Además, la población local se apoyó en los alimentos proporcionados por agencias locales e internacionales en 1992-93, durante la guerra civil en Somalia.

Estas agencias instalaron un campo en el noreste, para asistir la ola de refugiados somalíes, pero sus beneficiarios incluyeron a la población local.

La población local abandonó las áreas rurales debido a la inseguridad y para aprovechar los alimentos de la ayuda humanitaria en las ciudades, explica la organización Northern Aid, con sede en Nairobi, la cual opera en la zona.

La población de las ciudades cercanas creció en forma desmedida mientras los refugiados y los habitantes locales llegaban en oleadas. Pero después del retiro de las agencias internacionales en 1994, y la partida de los refugiados, los nómadas de las áreas rurales permanecieron cerca de las ciudades.

Peter Abwao, encargado de proyectos de Northern Aid, afirma que los pastores del área perdieron gran parte de sus estrategias de supervivencia, y ahora son expulsados de las ciudades o tierras marginales para dejar lugar a la agricultura y el turismo. (FIN/IPS/tra-en/mn/pm/lp/pr-dv/97

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