José Luis Urrusolo Sistiaga, uno de los principales jefes de la organización separatista vasca Eta, fue detenido en la noche del jueves en Francia, mientras hoy en España se realizaron masivas manifestaciones en todas las ciudades exigiendo el fin de los secuestros.
El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, confirmó este viernes que Urrusolo Sistiaga, alias "Joseba", miembro del aparato militar y número tres de ETA, fue detenido cerca de Burdeos, al intentar huir de un control rutinario de carretera.
En España, la jornada de movilizaciones fue convocada por organizaciones pacifistas y defensoras de los derechos humanos, partidos políticos y sindicatos, con motivo de cumplirse este viernes un año del secuestro por ETA del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.
En todos los actos se recordó al joven abogado vasco Daniel Delclaux, también en poder de la organización separatista vasca.
El lazo azul que simboliza el rechazo a los secuestros y el pedido de inmediata libertad para ambos, presidió todos los actos y manifestaciones realizados este viernes en todas las regiones de España.
En las solapas de los abrigos, las fachadas de los edificios, armado en las laderas de los cerros o representados por filas de ciudadanos, la presencia del lazo transmitía a ETA el mensaje.
En Logroño, en cuya cárcel trabajaba Ortega Lara hasta el momento de su secuestro, 10.000 estudiantes de enseñanza media manifestaron agitando en el aire las manos pintadas de azul y gritando "¡Basta ya!".
Todas las cadenas de radio y televisión trasladaron equipos especiales a esa ciudad y a Burgos, en la que tiene su residencia familiar el secuestrado, y algunas instalaron su estudio dentro de la cárcel.
Los funcionarios de prisiones de toda España pidieron al gobierno el acercamiento al País Vasco de los presos de ETA, "aunque no su reagrupamiento", lo que significaría cumplir, a medias, la exigencia de la organización separatista para liberarlo.
Pero el jefe del gobierno español, el conservador José María Aznar, se niega a esto.
Así lo admitió este viernes el líder del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzallus, quien este jueves se entrevistó con Aznar durante más de tres horas, al asegurar que en el transcurso de la conversación percibió que mientras ETA mantenga secuestrados, el gobierno español no negociará.
Además, para protestar contra ETA, los funcionarios de prisiones se encerraron durante más de 14 horas en sus centros de trabajo y luego expresaron su solidaridad con actos en las puertas de las cárceles.
En un comunicado pidieron a ETA que respete los derechos humanos de las dos personas a las que ha privado de libertad y que al menos "les reconozca los mismos derechos que tienen sus compañeros detenidos en las prisiones españolas".
De esa manera subrayan que el secuestrado no tiene ninguna comunicación con el exterior, mientras los presos etarras tienen la visita de abogados y familiares, reciben paquetes, practican deportes, escuchan radio, leen periódicos y ven televisión.
Aunque la jornada fue programada para recordar el año del secuestro de Ortega Lara, en ningún lugar se dejó de señalar que ETA también ha privado de libertad desde el 11 de noviembre al joven empresario Cosme Delclaux.
En tanto, los Grupos Revolucionarios Primero de Octubre (GRAPO), en disolución, mantienen secuestrado al empresario Publio Cordón.
La detención de Joseba fue particularmente destacada por Mayor Oreja, quien señaló que constituye un paso hacia la paz, ya que "tiene el historial más sanguinario y es el más conocido por el conjunto de la sociedad".
La policía lo acusa de numerosos atentados, que produjeron 18 muertes y más de un centenar de heridos.
Por esto, la justicia española pidió este viernes a Francia su extradición, la que podría demorarse si ese país sigue aplicando la norma de que primero deberá responder ante sus tribunales y también cumplir allí la pena que le corresponda, ya que cuando fue detenido portaba un arma de fuego y documentación falsa.
También este viernes la policía española comenzó la distribución de 10.000 carteles y 250.000 desplegables, con las fotos de ocho de los miembros de ETA que considera más peligrosos. A seis de ellos les atribuye ser miembros del comando Madrid y a otros dos del Donosti, que opera en San Sebastián.
En la prisión de Logroño los compañeros de Ortega Lara prefirieron fijar en las paredes otro cartel, con textos del último libro del escritor colombiano Gabriel García Márquez: "el secuestro es el peor de los crímenes porque nunca se superan sus consecuencias". (FIN/IPS/af/ag/ip/97
