Venezuela se consolidará como potencia energética latinoamericana con la inaguración este jueves de una nueva represa sobre el río Caroní, que eleva a 12.918 megavatios la capacidad de las centrales hidroeléctricas del país.
El presidente Rafael Caldera será el encargado de abrir formalmente las operaciones de Macagua II, que producirá 2.548 megavatios, a los que se sumarán ya en el nuevo milenio otros 4.860 megavatios a obtenerse de dos programadas represas.
La central del Guri sigue siendo la represa reina del denominado complejo de Guayana, con su capacidad de 10.000 megavatios, sólo superada en América Latina por la de Itaipú, en la frontera brasileño-paraguaya, con 12.600 megavatios.
Efraín Carrera, presidente de la estatal Electricidad del Caroní (Edelca), indicó que cuando el tumultuoso caudal del Caroní sea aprovechado en las llamadas aguas arriba, la capacidad total instalada en la región guayanesa será de 25.920 megavatios.
Venezuela firmará un acuerdo con Brasil en febrero, para vender 200 megavatios iniciales al estado de Roraima, mediante un tendido que al comienzo llegará a la ciudad de Boavista, pero que se aspira extender hasta Manaos posteriormente.
También con Guyana existen acuerdos para el abastecimiento a la zona fronteriza, mientras ya opera una interconexión con Colombia, y Puerto Rico manifestó a Edelca interés en comprarle otra cuota, lo que se inserta en un plan del país de convertirse en creciente exportador de su excedente de hidroelectricidad.
Edelca genera cerca de 95 por ciento de la energía hidroeléctrica de Venezuela y el objetivo final, según explican en el Ministerio de Energía, es también que el país se autoabastezca mediante ese recurso y con gas y diesel, liberando completamente la producción petrolera para el mercado externo.
Actualmente, el mercado local absorbe 368.000 barriles diarios de la cuota de dos millones 359.000 barriles por día asignada a Venezuela por la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Magua II tiene la caracteristica especial de estar situada en plena área urbana de Puerto Ordaz, 782 kilometros al sureste de Caracas, dentro de la selvática región de Guayana, donde el macizo guayanés y sus míticos tepuyes se integran a la Amazonia.
En las inmediaciones de Puerto Ordaz y su colindante Ciudad Guayana están concentradas las estatales industrias pesadas de Venezuela, en que se destacan la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) y varias plantas reductoras de aluminio. Se aguarda para este año la privatización de esas empresas.
También está la desembocadura del Caroní al rio Orinoco, en cuya ribera sur comienza a desarrollarse el depósito de crudos no convencionales mayor del mundo, mientras que en el estado de Bolivar, asiento del complejo de Guayana y las industrias básicas, hay una rápida expansión de la actividad minera.
Carrera explicó que todos estos proyectos, como los grandes desarrollos petroleros en el vecino estado de Anzoátegui, crean nuevas demandas de energía eléctrica, aportadas por Macagua II.
La represa tuvo un costo total de 1.995 millones de dólares, desde su comienzo como proyecto en 1983, de los que 40 por ciento fueron financiados y el resto aportado por recursos de Edelca.
El presidente de Edelca detalló que la represa fue construida en sintonía con su entorno ambiental y aportando mejoras a los servicios urbanos y a su potencial turístico, con un trabajo adicional de rescate de 300 especies de fauna y flora.
El Caroní es un rio de sólo 640 kilómetros, nacido en la amazónica frontera con Brasil, pero con un potencial energético equivalente a 642.000 barriles diarios de crudo, gracias a su fuerte caudal y a una caída de sus aguas de 912 metros.
Desde este jueves se explotará un total de 379.000 barriles diarios equivalentes, todos en la llamada parte baja del río, ya que la parte alta sólo comenzará a explotarse después que se completen en el 2008 las dos próximas represas proyectadas.
El gran potencial energético venezolano ha llevado al país a un dispendio de energía, según admiten autoridades del ministerio del sector, que en parte se deben a su bajo costo interno.
Un informe del Banco Mundial estableció que en 1996 Venezuela tuvo el mayor consumo de energía per cápita de la región: 2,369 kilogramos hora por habitante, una cifra igual a países mucho más industrializados, como España o Sudáfrica y más de un kilo por encima de Argentina y Chile.
Edelca vende el kilovatio hora a 1,2 centavos de dólar, mientras que un litro de gasolina cuesta un poco más de 10 centavos, después que su valor fue quintuplicado el año pasado.
La compañía estatal aspira a aumentar su rentabilidad a ocho por ciento en tres años, en lugar del tres por ciento actual, mediante ajustes a las tarifas de sus interconexiones eléctricas, cuyo bajo precio no beneficia a la población en general, porque las comercializadoras públicas y privadas quintuplican precios.
Pero pese a sus multimillonarias inversiones para construir Guri, completada en 1988, y Macagua II, Edelca es una empresa sana, con un endeudamiento inferior a 10 por ciento de su patrimonio de 10.000 millones de dólares y utilidades de 200 millones de dólares en 1996.
Edelca, el Metro de Caracas y Petróleos de Venezuela son las empresas estatales, todas operando como sociedades anónimas, cuya eficiencia no se discute y sobre las cuales existe el criterio general de que el Estado debe mantener su control, aunque en el caso del grupo petrolero se estudie su apertura accionaria. (FIN/IPS/eg/ff/en/97
