EE.UU.-PALESTINA: Caso Marzook plantea nuevo desafío a Washington

La decisión del líder político del grupo radical palestino Hamas de abandonar los esfuerzos contra su extradición de Estados Unidos a Israel constituye a la vez una victoria y un gran desafío para la Casa Blanca.

Musa Abu Marzook resolvió esta semana poner fin a su lucha de 18 meses por obtener la revocación de una sentencia judicial emitida en Nueva York, según la cual puede ser extraditado a Israel, donde se le acusa de terrorista.

Por un lado, su decisión pone fin a lo que prometía ser un largo proceso judicial cargado de connotaciones políticas, pero por otro, la posible extradición coloca al presidenteBill Clinton en la difícil situación de tener que elegir entre complacer a Israel o calmar a los palestinos, que temen represalias de Hamas.

"Esta es una situación que a nadie conviene", porque la extradición "no servirá a los intereses de Israel, de los palestinos ni de Estados Unidos", opinó Jim Zogby, presidente del Instituto Arabe-Estadounidense, un grupo de Washington que representa causas árabes.

Marzook reside desde hace 16 años en Estados Unidos, y fue detenido en julio de 1995 acusado de violar su estatuto de inmigración.

El juez Kevin Duffy resolvió el pasado mayo que Marzook "era miembro del grupo conspirador conocido como Hamas" y que por lo tanto puede ser extraditado a Israel para ser juzgado por su participación en acciones terroristas en ese país.

Este mes, Marzook finalmente se convenció de que no sería capaz de revertir la decisión judicial, aunque todavía tiene derecho a varias apelaciones.

Washington debe decidir ahora si le conviene permitir la extradición o enviar a Marzook a un tercer país, o al territorio de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Cualquiera sea la resolución, se corre el riesgo de ofender a Israel o a Hamas.

El Departamento de Estado se negó a anticipar su decisión, pero respondió a los temores sobre posibles represalias de Hamas mediante una declaración, el jueves, que aconseja precaución a todos los ciudadanos estadounidenses que viajen a Medio Oriente.

"Aunque Hamas no tiene antecedentes de ataques a ciudadanos o instalaciones estadounidenses, no podemos descontar la posibilidad de actos aislados de violencia antiamericana", dice la declaración.

Hamas había advertido el miércoles desde Palestina que Estados Unidos "podría cargar con toda la responsabilidad de la situación de desorden que se producirá" si concede la extradición de Marzook.

El presidente de la ANP, Yasser Arafat, quien defendió a Marzook como un líder político desvinculado de los atentados terroristas de Hamas, solicitó a la administración Clinton que lo transfiera a una zona de autogobierno palestino.

Los abogados de Marzook también sugirieron Siria o Jordania como terceros países que estarían dispuestos a recibirlo.

Mientras, algunos grupos estadounidenses se manifestaron contrarios a la extradición. "Es un hecho que el Dr. Abu Marzook no tendrá un juicio justo en Israel, donde será torturado en prisión", advirtió la Asociación Islámica para Palestina en una declaración.

"Por lo tanto, pedimos a la nueva secretaria de Estado (Madeleine Albright) que detenga el proceso de extradición, ya que tal medida serviría a los intereses estadounidenses en el área y también al proceso de paz en Medio Oriente", exhortó el grupo.

En un duro golpe a los intereses diplomáticos de Washington, Marzook declaró explícitamente que su decisión de dejar de luchar contra su extradición se debe a que perdió la confianza en la imparcialidad de Estados Unidos.

"Lamentablemente, parece que Estados Unidos ha dejado de lado sus ideales de justicia para unirse a Israel con el objetivo de encarcelarme, por la única razón de mi liderazgo político de Hamas", dijo Marzook en una declaración publicada por sus abogados el miércoles.

"El brazo político de Hamas está completamente separado de su ala militar", insistió el líder, negando cualquier participación en ataques terroristas.

En un momento en que Washington debe hacer el papel de "mediador honesto" en el proceso de paz palestino-israelí, la acusación de parcialidad de un importante líder político palestino es potencialmente perjudicial.

"No creo que Abu Marzook tenga una posibilidad en un millón de obtener justicia en un tribunal estadounidense", manifestó a IPS Stanley Cohen, abogado del líder.

Significativamente, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu guardó silencio sobre el caso esta semana. Existen señales de preocupación en el gobierno de Israel por las posibles repercusiones internacionales de el caso, así como de cuestionamientos sobre la validez de las pruebas contra Marzook.

"Creo que lo último que necesita el proceso de paz es un 'juicio-espectáculo' en Israel", manifestó Zogby, y destacó que algunos diarios israelíes comenzaron a señalar fallas en el juicio contra Marzook.

"Probablemente el caso termine por resolverse políticamente en Medio Oriente, como parte de un acuerdo", aventuró Cohen. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ml/ip/97

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