EE.UU.: Canadá es elogiado y criticado por su política hacia Cuba

El presidente de Estados Unidos elogió hoy a Canadá por sus esfuerzos para mejorar la situación de los derechos humanos en Cuba, mientras los analistas buscan pistas sobre la dirección que tomará la política de Washington hacia la isla durante el segundo mandato de Bill Clinton.

Clinton, quien este mes suspendió por segundo semestre consecutivo la disposición más controvertida de la llamada ley "Helms-Burton", defendió su política, pero también alabó a Canadá por poner sobre la mesa el tema de los derechos humanos durante la visita el miércoles del canciller Lloyd Axworthy a La Habana.

"Creo que nuestra política es la correcta, pero me complace que los canadienses intenten que ocurra algo bueno en Cuba", manifestó Clinton, quien expresó su satisfacción porque Canadá y países europeos "ahora hablan más a los cubanos sobre reformas".

El mandatario se ve obligado a destacar que Canadá y la Unión Europea, que figuran entre sus principales aliados, están ofreciendo algo a cambio de la suspensión de la ley Helms Burton, destinada a desalentar las inversiones de terceros países en Cuba.

Por su parte, los canadienses se dedican a estrechar vínculos con el régimen del presidente cubano Fidel Castro.

Axworthy, el más alto funcionario canadiense que visitó Cuba, firmó una declaración conjunta sobre cooperación bilateral en áreas como la administración de justicia, el fortalecimiento de una comisión de quejas de ciudadanos en Cuba, interdicción de drogas, un acuerdo sobre deportes y ayuda alimentaria.

Pero mientras Clinton intenta observar la visita de Canadá desde el mejor ángulo posible, los enemigos de Castro en el Capitolio no se muestran tan considerados.

"Si vamos a permitir que Castro continúe con sus atrocidades, entonces será mejor que revisemos nuestros principios, y Canadá los suyos", manifestó el ultraderechista Jesse Helms, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y uno de los autores de la ley Helms-Burton.

Interrogado sobre si Washington debería considerar la adopción de represalias contra Ottawa, Helms descartó esa posibilidad, pero observó que "los canadienses importaron azúcar de Cuba por largo tiempo, en violación de las leyes estadounidenses".

"Aunque se supone que debe existir cierto entendimiento sobre lo que un país vecino debe ser para otro vecino, Canadá ya hizo caso omiso de nuestros principios por demasiado tiempo", añadió el senador.

Mientras, la gran interrogante en Washington es si Clinton tomará alguna medida adicional para suavizar las relaciones con Cuba, más allá de la suspensión de la ley Helms-Burton.

Por su parte, el Departamento de Estado manifestó este jueves su insatisfacción ante la política adoptada por Canadá con respecto a Cuba.

"No creemos que los contactos de alto nivel constituyan un método eficaz para promover la democracia en Cuba", declaró el portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns.

"No tiene sentido compensar a un dictador de nuestro hemisferio que está completamente atrasado en el tiempo", agregó Burns. (FIN/IPS/tra-en/yjc/ml/ip/97

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