El gobierno de Ecuador reaccionó hoy con cautela ante las declaraciones del embajador de Estados Unidos sobre la corrupción existente en este país andino, que provocaron la renuncia de tres funcionarios e indignación de parlamentarios.
"Son declaraciones muy delicadas y preocupantes que requieren de acciones concretas por parte del gobierno", pues "afectan terriblemente la imagen de nuestro país a nivel internacional", sostuvo la vicepresidenta de Ecuador, Rosalía Arteaga.
"Ecuador está ganándose la reputación de tener una penetrante corrupción", lo que ha trascendido "en la comunidad internacional de inversionistas", dijo este miércoles en la ciudad de Cuenca el embajador de Estados Unidos, Leslie Alexander, en una reunión con empresarios de los dos países.
"No estoy revelando un secreto", añadió Alexander.
El diplomático advirtió que la corrupción, que "se está convirtiendo en sistemática" y es evidente sobre todo en las entidades estatales en proceso de privatización y en el sector aduanero, "puede generar pérdidas millonarias al pueblo ecuatoriano".
Las irregularidades en las empresas que se privatizarán "harán que su precio disminuya", lo que ocasionaría pérdidas por unos mil millones de dólares, estimó el diplomático, quien señaló que Ecuador debe corregir esta situación.
De lo contrario, "mi obligación será advertir a los inversionistas de mi país sobre los peligros de invertir aquí", dijo Alexander.
La reacción ante las declaraciones del embajador no se hizo esperar.
Este jueves el subsecretario de aduanas, el director nacional de rentas y un funcionario de la empresa telefónica estatal, en proceso de privatización, presentaron su renuncia al ministro de Finanzas, Pablo Concha.
"Estoy de acuerdo con las declaraciones del embajador. Desde el primer día de gobierno yo denuncié que el país era corrupto", dijo Miguel Salem, secretario de la Administración del gobierno del presidente Abdalá Bucaram.
Según Salem, el embajador estadounidense deberá presentar acusaciones concretas contra los funcionarios que hayan incurrido en actos ilícitos.
El diputado Ramiro Aguilar, del Partido Roldosista Ecuatoriano, que lidera Bucaram, la intervención de Alexander "constituye una intromisión en los asuntos de Estado", que lesiona gravemente "la soberanía nacional".
Aguilar exigirá, a nombre de su partido, una explicación detallada sobre las declaraciones del embajador estadounidense.
"Se trata de una acusación abierta al actual gobierno", dijo el diputado Napoleón Saltos, del movimiento indígena Nuevo-País Pachakutitk.
"El embajador no se refirió a acontecimientos pasados, sino a actitudes de los funcionarios de la administración de Bucaram, y así debe entenderse", añadió.
El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la central sindical más importante de Ecuador, se manifestó de acuerdo con las declaraciones de Alexander y pidió la intervención del parlamento para el seguimiento de las denuncias.
"Nosotros hemos denunciado hasta el cansancio la corrupción dentro del gobierno de Bucaram y fue necesario que un funcionario extranjero haya tenido que intervenir para que se tomen cartas en el asunto", señala un informe del FUT. (FIN/IPS/mg/ag/ip/97
