El Grupo de los 77 (G-77) y China decidieron hoy en Costa Rica revitalizar la cooperación Sur-Sur e impulsar el comercio, las finanzas y las inversiones intrarregionales con el objetivo de adaptar el desarrollo de los países a la dinámica de la economía mundial.
El embajador de Costa Rica ante Naciones Unidas, Fernando Berrocal, dijo que el G-77 sale de esta reunión con una posición más moderna, más pragmática, reconociendo la importancia de la participación de la empresa privada en el desarrollo.
A la vez, dijo, esta conferencia, llevada a cabo entre lunes y miércoles, dejó traslucir que los países del Sur están pasando de la época de los ajustes estructurales a otra de proyectos conjuntos e inversiones.
Los participantes en la reunión, convocada por Costa Rica para culminar un año de gestión al frente del grupo, coincidieron en la necesidad del mundo en desarrollo de jugar un papel más activo en la toma de decisiones, mejorar las condiciones de comercio y el acceso a los mercados internacionales.
A la vez, consideran de suma importancia impulsar la competitividad comercial e industrial, proporcionar una solución duradera al problema de la deuda externa y fortalecer los esfuerzos para lograr el crecimiento económico y el desarrollo sostenible.
El ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Fernando Naranjo, festejó la "revitalización" del G-77 y también resaltó la participación, por primera vez en la historia de la organización, de la empresa privada.
Naranjo agregó que esta reunión debe generar un cambio de mentalidad y estrategia entre los países del Sur, para que los de mayor desarrollo ayuden a los menos favorecidos.
A la vez, expresó esperanza en que el interés de colaborar mostrado en esta conferencia por los máximos representantes de organismos como el Banco Mundial y agencias de Naciones Unidas se concrete en ayuda economómica.
En el documento final de la conferencia, el G-77 puntualizó que en el área de comercio, la globalización y liberalización deben crear oportunidades iguales para todos los países y fomentar una participación más activa en la economía mundial.
El grupo consideró de vital importancia equiparar los niveles de desarrollo entre los países del Sur mediante el incremento de la cooperación mutua.
Los diferentes niveles económicos con los cuales los países entran en los procesos de globalización deben ser considerados "para acelerar el desarrollo y aumentar la capacidad de manejar los desafíos impuestos por el comercio mundial", señala el texto, llamado plan de acción.
El documento no plantea estrategias ni medidas concretas para alcanzar los objetivos de una mayor cooperación Sur-Sur, sin oque es una declaración general que, según el embajador Berrocal, constituye una nueva carta ideológica del grupo.
El G-77 abogó por la eliminación de las medidas proteccionistas que imponen los países industrializados en materia comercial, al advertir que tales conductas limitan el libre flujo entre las naciones del Sur.
El documento final eleva un llamado a incentivar la inversión como clave determinante del desarrollo económico en los países del Sur. Interesa especialmente la inversión extranjera directa así como los acuerdos bilaterales y multilaterales.
La generación de empleos y la búsqueda de nuevos mercados, incluyendo zonas francas, son otras piezas claves para el desarrollo de los países del G-77.
Los representantes de 110 países -de los 132 que integran el grupo- hicieron énfasis en que el desarrollo sólo puede existir dentro de un ambiente económico internacional donde las naciones con mayores recursos "deben cargar con una responsabilidad especial".
El documento contiene un apartado especial sobre los países que carecen de acceso al mar, entre ellos los del centro de Africa, Afganistán (Asia) y Paraguay y Bolivia en América Latina.
El secretario nacional de Relaciones Económicas Internacionales de Bolivia, Víctor Rico Frontaura, expresó que la mención sobre los países sin salida al mar es muy importante para facilitar el flujo comercial de esas naciones.
Bolivia, que perdió su salida al océano Pacífico en una guerra librada con Chile en 1879, realizó esfuerzos en el marco de esta reunión para conseguir alianzas con sus vecinos que le permitan un mejor uso de los corredores interoceánicos y de las concesiones de tránsito de mercancías.
Los participantes en el foro manifestaron que la reunión de San José da un nuevo perfil al G-77 ante los retos de la globalización económica.
Rico consideró que el Plan de Acción aprobado en este encuentro es superior al adoptado en Caracas en 1981.
"Las condiciones desde entonces han cambiado mucho, y ahora se elaboraron planteamientos más concretos y adecuados a las nuevas condiciones mundiales", estimó. (FIN/IPS/yo/dg/if/97)