Tres grupos estadounidenses defensores de los derechos humanos urgen a la ONU a extender el mandato de su misión en Haití más allá de fin de año, a la luz de los crecientes abusos de la nueva fuerza policial del país caribeño.
En un nuevo informe, las tres organizaciones sostienen que miembros de la Policía Nacional Haitiana (PNH) mataron al menos 46 civiles entre julio de 1995 -cuando inició sus operaciones- y noviembre de 1996, y sólo algunos de estos homicidios se produjeron en defensa propia.
Los tres grupos son Human Rights Watch/Americas, con sede en Nueva York, la Coalición Nacional para los Derechos de los Haitianos, y la Oficina de Washington para América Latina. Estos grupos apoyaron los gobiernos democráticos del ex presidente Jean- Bertrand Aristide y de su sucesor, René Préval.
Aunque el informe de 40 páginas destaca que la PNH es probablemente la fuerza de seguridad menos abusiva y la más confiable de la turbulenta historia de Haití, señala que las ejecuciones extrajudiciales, la tortura y otros graves abusos constituyen una causa de gran preocupación.
"Es alarmante observar que miembros de esta nueva policía entrenada por Estados Unidos recurre a prácticas abusivas que recuerdan la opresión del régimen militar de Haití", manifestó José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch/Americas.
"Si el gobierno de Haití no enfrenta estos problemas rápidamente, correrá el riesgo de institucionalizar los abusos y debilitar la legitimidad de la nueva fuerza", agregó.
La actuación de la policía es especialmente preocupante a la luz de la creciente tensión relativa a la implementación de reformas económicas recomendadas por instituciones financieras multilaterales y donantes bilaterales que, en conjunto, proveen 60 por ciento del presupuesto anual del gobierno.
En las últimas semanas se incrementaron las protestas públicas contra las medidas de ajuste estructural. A comienzos de este mes, la Unidad de Desorden Urbano de la PNH dispersó con gases lacrimógenos una manifestación pacífica de 300 ciudadanos fuera del Palacio Nacional.
El pasado jueves, una huelga general contra el plan de austeridad del gobierno derivó en disturbios en Puerto Príncipe y otras ciudades de todo el país.
"La reacción pública a estas políticas constituye otra prueba para la policía", destacó Rachel Nield, quien colaboró en el informe para la Oficina de Washington para América Latina.
"Esos hombres carecen de entrenamiento y experiencia, y en situaciones de crisis tienden a recurrir a tácticas de confrontación y violencia", añadió.
El informe, titulado "La Policía Nacional Haitiana y los Derechos Humanos", afirma que el peor incidente tuvo lugar el pasado marzo en el asentamiento precario de Cité Soleil, en Puerto Príncipe, donde la PNH ejecutó sumariamente al menos a seis hombres.
Otros cinco fueron asesinados el pasado noviembre, y durante todo el año pasado, la policía golpeó hasta matar al menos a cinco personas que se encontraban bajo custodia.
El pasado septiembre, el gobierno de Estados Unidos envió 24 agentes de seguridad a Haití para proteger a Préval de una posible venganza de la guardia presidencial debida a una purga en la unidad, como parte de un plan para excluir a aquellos miembros involucrados en asesinatos políticos.
El informe destaca que los abusos de la PNH no reflejan una política del gobierno, sino la forma en que la policía fue constituida, nueve meses después de que una fuerza multinacional encabezada por Estados Unidos expulsó al régimen militar, en septiembre de 1994.
Muchos jefes de policía reclutados inicialmente por la PNH carecían de capacitación y experiencia, y también fueron incorporados ex miembros de comandos paramilitares, algunos de los cuales son sospechosos de los abusos más graves.
La PNH enfrenta además escasez de equipamiento básico, debilidad del sistema judicial, así como falta de entrenamiento y experiencia, especialmente en las relaciones policía-sociedad y el uso apropiado de la fuerza, según el informe.
"La policía haitiana sólo recibió cuatro meses de entrenamiento académico antes de su despliegue", destacó el director de la Oficina de Washington para América Latina, George Vickers, quien expresó su preocupación por el repliegue de la misión de apoyo de la ONU en Haití.
La misión está constituida por 600 soldados y 300 policías civiles, y su retiro está previsto para el 31 de mayo, aunque probablemente su mandato sea extendido hasta fines de julio.
"Exhortamos a los países miembros de la ONU a considerar el mantenimiento de una policía civil en Haití más allá de 1997", expresó Vickers. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ml/hd-ip/97