Sectores conservadores de Chile ganaron una nueva batalla luego que la justicia decidió mantener la prohibición de proyectar en público la película del director estadounidense Martín Scorsese "La última tentación de Cristo".
Una sala de la Corte de Apelaciones de Santiago decidió este lunes, en forma unánime, a pedido de la organización moralista "El porvenir de Chile", mantener la prohibición, decidida hace nueve años, de exhibir en público el polémico filme protagonizado por Willem Dafoe.
La censura al filme en 1988 se explicaba, aunque parcialmente, porque Chile estaba bajo una férrea dictadura militar pero la situación se repite cuando el país vive en un régimen democrático al menos en el plano político.
"La última tentación…" estaba lista para ser presentada en las salas luego que el paratestatal Consejo de Calificación Cinematográfica recalificara la película en 1996 permitiendo su exhibición.
Frente a esa posibilidad, "El porvenir de Chile" presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones.
El mantenimiento de la censura fue celebrado por los miembros de esa entidad, que en los últimos años ha mantenido una cerrada campaña contra diversos programas de televisión y de otras expresiones rtísticas que, a su juicio, destruyen los valores cristianos de la sociedad chilena.
"La libertad de expresión no puede atropellar la honra de las personas ni la creación artística tampoco lo puede hacer", sostuvo Francisco Donoso, abogado y representante de la organización conservadora, al celebrar el fallo judicial.
En su resolución, los tres jueces que estudiaron el tema argumentaron que la película "amenaza y vulnera el derecho a la honra en relación a la persona de Cristo, tanto como Dios, como ser humano y a la libertad de conciencia".
"La película ofende, debilita y denigra no sólo a Cristo (…) sino a quienes basan su fe en un Cristo Redentor y Dios", sostienen.
La decisión de la Corte de Apelaciones despertó críticas entre los defensores de la libertad de expresión, como el escritor Patricio Westphal, coordinador del Movimiento Universal Anticensura (MUAC).
Los jueces "no son doctos en la materia y no pueden transformarse en jueces culturales, sobre todo en una materia discutible y analizable como ésta", argumentó.
La última palabra sobre la censura a esta película la tendrá con seguridad la Corte Suprema, la máxima instancia de la justicia en Chile.
Lo más probable es que el Consejo de Defensa del Estado, en representación del Consejo de Calificación Cinemtográfica, insista en levantar la censura.
Los moralistas no están preocupados con esa nueva batalla y confían en las decisiones del Poder Judicial.
"El fallo (de la Corte de Apelaciones) me parece demasiado contundente para ser revocado", desafía el abogado Francisco Donoso, representante de "El porvenir de Chile".
Las salas de Santiago no podrán, al menos por ahora, exhibir el filme de Scorsese pero en varios cines de esta capital se pueden ver, con censura de edades, muchos filmes pornográficos y otros de alto nivel de violencia que los moralistas no han podido censurar. (FIN/IPS/gcm/dg/cr/97
