AMERICA LATINA: Mal de Chagas pierde vigor

Unas 43.000 personas morirán este año en América Latina por el mal de Chagas, aunque la propagación de esa enfermedad se debilitó desde el lanzamiento en 1991 de un programa regional de erradicación, informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El programa, implementado para eliminar de viviendas pobres del medio rural a la vinchuca, el insecto portador del parásito causante del mal de Chagas, redujo los casos en el cono sur de América, la zona más afectada.

El mal de chagas provoca lesiones en el corazón, los intestinos y el sistema nervioso. Pero, en ocasiones, sus síntomas no se manifiestan hasta 10 o 20 años después de la infección, explicó la OPS, brazo regional de la Organización Mundial de la Salud.

"Sólo en unos pocos casos la infección se manifiesta de modo agudo en sus primeras etapas", dijo Fabio Zicker, del programa de enfermedades transmisibles de la OPS.

El tratamiento en la fase preliminar de la enfermedad se basa en la administración de nifurtimox o nitroimidazole, dos productos utilizados para eliminar el parásito de la sangre del enfermo.

El mal de Chagas fue identificado en 1909 por el médico brasileño Carlos Chagas y hacia 1991, la OPS lanzó un programa coordinado de erradicación en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

Las viviendas en malas condiciones favorecen el desarrollo de la vinchuca y el programa implementado contempla su mejoramiento y la desinfección de su interior.

"Cuatro o cinco por ciento de los 205 millones de habitantes de América Latina padecen el mal de Chagas", advirtió Gabriel Schmunis, coordinador del programa de la OPS de enfermedades transmisibles.

Se trata de una de las principales enfermedades entre las que provocan "pérdida total o parcial de capacidad" y sólo es superada por infecciones respiratorias agudas, afecciones diarreicas y el sida" (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), observó Schmunis.

Funcionarios de la OPS destacaron que el control del Chagas está dificultado por la demora de la manifestación de sus síntomas y por la gran extensión y lejanía de las áreas rurales en que tiene presencia.

Una investigación realizada en 1985 identificó el cono sur como el espacio de mayor incidencia, aunque también afecta otras zonas de América Latina.

En efecto, unas 300.000 personas están infectadas por el tripanosoma cruzi en Honduras, según un estudio realizado en ese país, y 20 por ciento de ellas morirán de la enfermedad.

La presencia de la vinchuca en viviendas rurales disminuyó 74 por ciento en Argentina y 90 por ciento en Chile a partir de la implementación del programa de erradicación. Mientras, en Brasil son ahora sólo 83 los distritos municipales infectados, frente a 711 antes de 1991.

La desinfección de hogares se realiza también en Bolivia y Paraguay, y en Uruguay avanza el plan de sustitución de viviendas insalubres del campo, comunicó la OPS.

El insecto se aloja en grietas de paredes sucias de viviendas rurales. Se alimenta de la sangre de sus víctimas y deja sobre la piel materia contaminada con el parásito tripanosoma cruzi. El parásito entra en el torrente sanguíneo por la picadura de la vinchuca.

La OPS calcula que 43.000 personas morirán este año en América Latina a causa del mal de Chagas.

El programa de erradicación también comprende el análisis de sangre de donantes, pues la enfermedad también se contagia por vía de transfusiones. (FIN/IPS/tra-en/yjc/ff/he/97

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