AMERICA CENTRAL: Desempleo y migración, dos claros desafíos

La migración ilegal de mano de obra y los altos índices de desempleo abierto y encubierto constituyen los principales problemas laborales de la década en América Central, según expertos de la región.

Viceministros de Trabajo y especialistas se reunieron en Panamá entre el 23 y el 25 de este mes con el propósito de implementar acciones conjuntas para reducir el desempleo, la pobreza y el movimiento ilegal de mano de obra en América Central.

Nicaragua y El Salvador, como emisores de mano de obra ilegal y Costa Rica como país receptor son los que confrontan mayores problemas en ese aspecto, y Panamá aventaja a todos en materia de desempleo abierto en el área urbana, con 16,4 por ciento.

Esa proporción convierte a Panamá en el país de América Latina con mayor desempleo abierto urbano, luego de Argentina. Nicaragua aparece en tercer lugar, con 16,1 por ciento.

El viceministro de Trabajo de Nicaragua, Roberto Moreno, dijo que el desempleo ha provocado en su país "una gran migración laboral, especialmente hacia Costa Rica", donde se ofrecen vacantes en el sector doméstico, en la agricultura y en agencias de seguridad privadas.

Moreno precisó que pese a que la emigración de mano de obra alivia la presión por empleos en Nicaragua, cuando ocurre en forma irregular genera situaciones de injusticia con los nicaragüenses que desean entrar legalmente a Costa Rica en busca de trabajo.

Explicó que el año pasado se expidieron 14.000 pasaportes para personas que deseaban radicarse en Costa Rica, pero como contrapartida, las autoridades costarricenses sólo otorgaron 3.000 tarjetas de trabajo para nicaragüenses.

A juicio de Moreno, esos datos podrían ser indicio de que muchos trabajadores eligen mantener la condición de ilegales "para conseguir empleo", ya que los empresarios costarricenses "prefieren que el nicaragüense ingrese de esta forma, porque así le pagan menos y no le ofrecen prestaciones de ningun tipo".

Pero el viceministro de Trabajo de Costa Rica, Eugenio Solano, opinó que ese y otros problemas nuevos de la región son fruto de los cambios económicos que se dan actualmente en el mundo.

Solano puso como ejemplo el caso de algunas empresas extranjeras originalmente radicadas en Costa Rica, que se han trasladado a Nicaragua y Honduras, "donde el costo de la mano de obra es mucho más barato".

Según dijo, si los paises de América Central no se ponen de acuerdo en materia de costos de mano de obra y cargas sociales "no soportarán los cambios económicos que se avecinan", debido a la competencia existente entre ellos.

El salario mínimo en El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala fluctúa entre 0,50 y 0,60 centavos de dólar la hora, mientras que en Panamá y Costa Rica se ubica entre 1,17 y 1,23 dólares.

La postura de Solano fue compartida por el viceministro de Trabajo de Honduras, Felipe Rojas, para quien el problema de la movilización laboral ilegal en la región "es algo bastante serio, que en algunos paises podria prestarse para desproteger" a los trabajadores.

El Salvador, convertido en la década de 1980 en campeón de la migración ilegal hacia el resto de América Central y a Estados Unidos y Canadá, aparentemente ya superó esa etapa y actualmente concentra su esfuerzo en estabilizar la relación obrero-patronal, según declaró el viceministro de Trabajo salvadoreño José Zepeda.

Nicaragua y El Salvador fueron escenario en el decenio de 1980 de cruentas guerras civiles que causaron más de 250.000 muertos y el desplazamiento de alrededor de un millón de personas.

Los viceministros de Trabajo participantes en la reunión de tres días, que representaron a Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, acordaron crear una red subregional de cooperación técnica destinada a armonizar sus políticas laborales.

"El fortalecimiento de la democracia y la gobernabilidad solo serán posibles si se logran resultados exitosos en la lucha contra el hambre, el desempleo y la desintegración social en el marco del crecimiento económico con equidad social", indicó una declaración de los siete funcionarios.

Además del grave problema del desempleo, la pobreza afecta a más de 70 por ciento de los 30 millones de habitantes de América Central. (FIN/sh/ff/lb pr/97

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