/AMBIENTE/: Tendencias sobre comida y agua son críticas, según ONU

La mayoría de la humanidad sufrirá crisis y escasez en materia de alimentos y agua en los próximos tres decenios si los gobiernos no toman medidas, alertó una comisión de expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Dos nuevos informes de la Comisión de Desarrollo Sostenible de la ONU pronostican que la amplia mayoría de la población del mundo podría sufrir problemas de suministro de agua que oscilarán entre "moderados y graves" en el 2025.

"El agua es una de las áreas críticas de insostenibilidad actuales. Cerca de un tercio de la humanidad ya tiene problemas de abastecimiento. En el 2025, esa proporción se elevará a dos tercios", dijo Nitin Desai, subsecretario general de la ONU para desarrollo sostenible.

"La escasez y la degradación del agua debilitan un recurso sobre el cual está construida la sociedad humana", explica el primero de los informes, "Evaluación exhaustiva sobre los recursos de agua fresca del mundo".

"Cada vez son más las regiones del mundo donde la demanda humana sobrepasa el suministro. Los problemas de abastecimiento resultante limitan el desarrollo, especialmente en las sociedades más pobres", sostiene el informe.

"Debido en buena medida a la pobreza, al menos un quinto de la población de la tierra no tiene acceso a agua potable, y más de la mitad carece de saneamiento adecuado", agrega.

La situación será peor en el 2025, pues la población del mundo se elevará de las actuales 5.700 millones de personas a 8.300 millones, la mayoría de las cuales vivirán en ciudades en las que ya existen graves problemas de suministro de agua.

El informe sostiene que el aumento de la producción de alimentos generará mayor consumo de agua. La irrigación dará cuenta de 70 por ciento de la que se extraiga de ríos, lagos y fuentes subterráneas.

La mayor parte de esa agua se desperdicia. "Más de la mitad del agua utilizada para la irrigación agrícola jamás llega al cultivo", de acuerdo con el segundo informe, "Cambio mundial y desarrollo sostenible: tendencias críticas".

El informe indica que los países industrializados lograron reducir el desperdicio de agua, pero ambos estudios advierten que esas mejoras en la administración del recurso no son suficientes para cubrir la demanda, que, se prevé, aumentará 40 por ciento en los próximos tres decenios.

En parte, alerta el segundo informe, los actuales niveles de uso de agua reflejan la generalizada percepción del recurso como "bien de uso libre", lo cual podría revertirse si los gobiernos incrementaran el costo de su consumo al público.

Pero el estudio admite que un aumento del precio del agua sería "un paso políticamente costoso aun en los países más ricos", al mismo tiempo que es "poco factible en la mayor parte del mundo en desarrollo".

Sin embargo, el agua no es la única área crítica detectada por los expertos. El informe sobre tendencias pronostica que el consumo de energía se duplicará en el 2050, lo que producirá riesgos ambientales.

En cuanto a las perspectivas en materia de alimentación, son distintas de acuerdo con las regiones.

La producción se estancará en Asia meridional y descenderá en Africa subsahariana. Casi 840 millones de personas viven habitualmente con hambre en todo el mundo, y la tasa de malnutrición crónica se ha más que duplicado en Africa subsahariana desde 1969, según el informe.

A pesar de ello, aún se producen suficientes alimentos a escala mundial, agrega.

Entre 1961 y 1994, "el abastecimiento de alimentos por habitante creció 32 por ciento en los países en desarrollo, y no se han reiterado las hambrunas masivas en la escala conocida en el siglo XIX y a mediados de este siglo".

La cantidad de hambrientos y desnutridos también cayó, en el mismo período de tiempo, de 35 a 21 por ciento.

De todos modos, el estudio alerta que la producción de alimentos deberá duplicarse desde ahora hasta el 2050 para estar a la altura del aumento de la población.

Esa tarea probablemente será más difícil para algunos países, en especial China, India, Pakistán y Estados Unidos, ya que se espera que descienda el rendimiento de sus tierras irrigadas.

"Se producirá una crisis si no se toman medidas", afirmó Emily Matthews, coautora del informe sobre tendencias.

Los problemas relativos a los alimentos, el agua y el uso de la energía "afectarán la salud de millones de personas y costarán una fortuna" si las tendencias actuales continúan sin ser controladas, sostuvo la experta.

Aunque la situación es bastante mala, las medidas que se tomen para corregir las posibles crisis podrán evitar las consecuencias más severas, agregó Matthews. "No parece que el mundo vaya a terminar con una gran tempestad, pero tampoco luce fantástico", dijo.

"En la Comisión de Desarrollo Sostenible estamos trabajando sobre la presunción de que, en base a estos hechos, los gobiernos responderán", explicó Desai.

Los dos informes serán presentados en la próxima reunión de la Comisión, que se celebrará en abril, y en una sesión especial de la Asamblea General de la ONU en junio.

La Asamblea General deberá verificar entonces los avances logrados por las naciones en el cumplimiento de los compromisos ambientales contraídos en la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 en Río de Janeiro.

"Esa sesión especial dará a la comunidad internacional la oportunidad de evaluar lo que ya tiene", declaró esta semana el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ante representantes del Grupo de los 77 que nuclea a los países en desarrollo.

Annan agregó que la Asamblea General también será una oportunidad para establecer nuevas prioridades en las obligaciones internacionales respecto del ambiente.

La Comisión espera que una de esas prioridades sea determinar un marco para el uso común del agua y la administración del agua entre las naciones, expresó Desai. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/mj- arl/en pr/97

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