Desde 1989 los mexicanos tuvieron sólo 255 días de aire limpio y en 1995 el agujero en la capa de ozono alcanzó un tamaño sin precedentes. A cinco años de la cumbre de Río, nada parece haber cambiado.
Esas conclusiones están contenidas en un informe del Consejo de la Tierra dado a conocer el día 11 en Washington sobre el cumplimiento por los gobiernos de los compromisos suscritos en Río de Janeiro en 1992 para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
En esa ocasión, cerca de 170 gobiernos se comprometieron a cumplir la Agenda 21, un plan de acción para empezar a revertir el daño ambiental causado al planeta, y suscribieron los dos acuerdos más importantes: las convenciones de biodiversidad y de cambio climático.
Pero "parece que nada cambió para mejor desde 1992", dice el documento.
Para tratar de hacer un examen complementario y mostrar ejemplos de lo que ha logrado hacer la sociedad civil en la meta por alcanzar el desarrollo sostenible se realizará "Río Más Cinco", del 13 al 19 de marzo.
La cita se llevará a cabo precisamente en la misma ciudad brasileña en la que hace cinco años la Cumbre de la Tierra sentara las bases para una nueva alianza global que guiaría a las naciones hacia un nuevo modelo de desarrollo.
Fue convocada por el Consejo de la Tierra, creado con el fin de dar seguimiento a los acuerdos alcanzados en la cita ambiental de 1992, y en ella participarán 450 representantes de diversos sectores.
Río Más Cinco es una campaña global que busca crear una estructura para la cooperación que involucre a diferentes sectores.
Compartir prácticas y métodos exitosos de desarrollo sostenible, hacer recomendaciones a las autoridades locales ya sea sobre la ejecución de la Agenda 21 -el plan de acción que se firmó en 1992- o sobre acuerdos internacionales, son también objetivos de la campaña que tendrá su punto alto en Río.
En la preparación de la campaña, en la actividad principal -la reunión- y en el seguimiento han trabajado y trabajarán organizaciones de la sociedad civil, grupos de negocios y los Consejos Nacionales para el Desarrollo Sostenible, creados después de la cumbre de 1992.
Esa participación de las organizacines no gubernamentales en la búsqueda de soluciones a los problemas ambientales es lo que, según Maximo Kalaw, director del Consejo de la Tierra, marca una diferencia fundamental entre 1992 y 1997.
La cumbre de Río marcó la novedad de una incursión de la sociedad civil en la toma de decisiones en esta materia, destacó. Kalaw.
Un informe denominado "Estado del mundo", del Worldwatch Institute, dado a conocer el día 11 junto con el del Consejo de la Tierra, acusa a ocho de los países que contribuyen mayoritariamente con la contaminación ambiental de haber hecho pocos esfuerzos por cumplir los compromisos de 1992.
Alemania, Brasil, China, Estados Unidos, India, Indonesia, Japón y Rusia tienen 56 por ciento de la población mundial, 53 por ciento de los bosques del planeta y representan 58 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono, principal causa del recalentamiento del planeta, subraya el documento.
Mientras escasean los recursos para poner en marcha programas, las emisiones de dióxido de carbono aumentaron entre 10 y 14 por ciento en muchos países pobres desde 1990 y alrededor de 1.000 millones de personas carecen de agua potable, agrega.
Río Más Cinco, según el Consejo de la Tierra, no será un foro político ni partidista.
El primer tema a abordar será el de los sistemas de valores que imperan en cada sociedad y su influencia sobre el desarrollo sostenible. Las otras cuatro áreas a tratar son medio ambiente, economía, desarrollo social y ciencia y tecnología.
De la campaña completa y del foro de Río, en particular, el Consejo espera lograr contribuciones concretas para elaborar la Carta de la Tierra para el desarrollo sostenible, un equivalente a la Declaración Universal de los Derechos Humanos que Naciones Unidas debería adoptar antes del año 2000. (FIN/IPS/mso/dg/en/97)
