RUANDA: Refugiados y mala cosecha provocan emergencia alimentaria

Una mala cosecha y el regreso masivo de refugiados desde Zaire y Tanzania obligaron a las autoridades de Ruanda a hacer un llamado para recibir ayuda de emergencia en alimentos para unas 400.000 personas.

La cifra fue estimada por el Sistema de Alarma de Seguridad Alimentaria (FEWS), organización auspiciada por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) y a cargo de la supervisión de la disponibilidad de alimentos en el país africano.

Las cosechas serán mucho menores que las comunes en grandes áreas de Ruanda, debido a la escasez de lluvias, indicó Sam Kanyarukiga, asesor de Agricultura y Ganado del presidente, Pasteur Bizimungu.

En las prefecturas de Gitarama, Butare y Gikongoro, la producción de leguminosas, por ejemplo, estará por debajo de la mitad del nivel normal.

Los precios de los productos básicos se dispararon en la capital. En el mercado de Kacyiry, en las afueras de Kigali, el costo de un kilogramo de frijoles saltó de 50 centavos a casi un dólar estadounidense. El banano, el arroz y el azúcar también alcanzaron niveles sin precedentes.

La crisis alimentaria detendrá la lenta recuperación económica del país, basada en las exportaciones de té y café desde la guerra genocida de 1994, en que extremistas hutus masacraron a tutsis y hutus moderados.

La situación también se complicará por los 1,2 millones de refugiados que habrán regresado a fin de este año desde Zaire y Tanzania.

Según el Ministerio de Agricultura, unos 1,6 millones de dólares estadounidenses se necesitarán para equipar a unas 350.000 familias de refugiados con herramientas e insumos para la agricultura.

Pero las autoridades confían en que, en el largo plazo, los refugiados impulsarán la producción de alimentos. Más de 90 por ciento de los repatriados son rurales, y de inmediato reanudan las actividades agrícolas, señaló Kanyarukiga.

Para superar la escasez, el gobierno cuenta con el compromiso del Programa Mundial de Alimentos y la Unión Europea (UE), cuyos alimentos almacenados disponibles podrían cubrir las necesidades hasta la próxima cosecha, en junio de 1997.

Según estimaciones, en 1997 se necesitarán 155.000 toneladas de alimentos. El portavoz del PMA, Zlatan Milisic, afirma que la agencia ya asignó 50.000 toneladas de alimentos a Ruanda.

Además, el PMA trabaja junto al gobierno, la Organización de las Naciones Unidas para la Agriculura y la Alimentación (FAO) y organizaciones no gubernamentales (ONG) sobre la forma de aumentar la asistencia de alimentos a Ruanda, dijo Milisic.

A pesar de las actuales dificultades, Ruanda procura alcanzar la autosuficiencia alimentaria. En colaboración con el PMA, la FAO y ONG, el gobierno lanzó el Programa de Protección de Semillas, destinado a familias vulnerables en todo el país, y un programa de Alimentos por Trabajo, para grupos como mujeres, huérfanos y desnutridos.

Asimismo, se planifica explotar 160.000 hectáreas de humedales, o 12 por ciento del total de la tierra arable, un proyecto cuya primera fase ya recibió 1,3 millones de dólares de la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). (FIN/IPS/tra-en/jm/pm/lp/pr-dv/96

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