Los festejos del 462 aniversario de la fundación de Quito, este sábado, tendrán un sabor distinto, tras la anunciada decisión del presidente de Ecuador Abdalá Bucaram de prohibir las tradicionales corridas de toros.
El mandatario advirtió el domingo último que no permitiría aquellos deportes y espectáculos que pongan en juego la vida de animales y humanos, como la llamada "fiesta brava" y las peleas de box y de gallos, pues "transmiten violencia a la niñez".
"Las corridas de toros se podrán seguir practicando, pero se prohibirá el sacrificio de los animales", dijo Bucaram, al afirmar que en los próximos días enviará una propuesta en ese sentido al parlamento.
Toreros, ganaderos, aficionados, autoridades y organizaciones defensoras de los animales de Quito reaccionaron de distinta manera frente al anuncio, una discusión que abarca tanto planteamientos filosóficos y estéticos como legales y psicológicos.
"La corrida de toros es un rito donde la fuerza del animal se contrapone a la habilidad del hombre, en un cuadro estético que nos hace recordar nuestra condición de animales", consideró Pablo Santamaría, presidente de la Unión Nacional de Toreros.
"Es una crueldad contra los animales, pero menos cruel que el matadero, donde las reses se destazan para el consumo humano, sin posibilidades de defenderse", añádió.
Mariana Andrade, de la Sociedad Protectora de Animales, comentó a su vez a IPS que "la fiesta brava es la manifestación más dolorosa de la brutalidad y prepotencia humana, que sigue reflejando la condición subdesarrollada de esta sociedad".
"Yo no creo que la fiesta taurina sea algo negativo para la niñez ecuatoriana", respondió el alcalde de Quito Jamil Mahuad. "Es parte de nuestra tradición y, aunque todos tenemos derecho a estar de acuerdo con ella o no, debemos respetarla".
Algunos analistas opinan que con su anuncio Bucaram intenta desviar la atención de la población sobre el plan económico de convertibilidad que difundió el domingo y envió al parlamento.
"Se trata de una jugada descarada para restar la atención de los capitalinos a las drásticas reformas económicas y laborales y fiscales", consideró Marcelo Roman, dirigente de los trabajadores petroleros.
En los próximos 10 días, el parlamento unicameral tendrá que tramitar el primer paquete de reformas fiscales enviadas por el Ejecutivo en calidad de urgente, o de lo contrario entrarán en vigencia por decreto presidencial.
Entre las disposiciones más polémicas del paquete se encuentra la ampliación de la base tributaria, la elevación de los impuestos a bebidas alcohólicas y cigarrillos en 240 y 300 por ciento respectivamente y la aplicación de una tasa especial a los automóviles, equivalente a dos por ciento de su valor comercial.
Posteriormente Bucaram enviará otras propuestas, no menos controvertidas, en el plano laboral, económico y político, para dar paso al sistema de convertibilidad de la moneda, que entrará en vigencia el 1 de julio de 1997.
La convertibilidad es un sistema de cambio similar al que se aplicó en Argentina en 1991 para combatir la hiperinflación.
Consiste en que la moneda local que circula en el mercado se encuentre avalada por la reserva monetaria internacional, lo que exige una estricta disciplina fiscal y una economía estable, según Bucaram.
Según Román, "no es de extrañar que el programa económico, que se postergó en seis ocasiones, se lance cuando la capital está paralizada por las celebraciones de su aniversario y en medio de otros temas tan polémicos como la prohibición de las corridas de toros y del box". (FIN/IPS/mg/dg/ip-pr/96