CUBA: Satisfacción en EE.UU. por nuevo enfoque de la Unión Europea

El gobierno de Estados Unidos expresó su satisfacción ante la aprobación de un nuevo documento político de la Unión Europea (UE) que propugna una mayor presión por la democracia y los derechos humanos en Cuba.

"Esta medida será muy útil" y podría evitar una confrontación transatlántica, declaró un funcionario del Departamento de Estado.

El funcionario anunció que la administración del presidente Bill Clinton proyecta volver a posponer la aplicación de una sección clave de la controvertida ley Helms-Burton, que sanciona inversiones de terceros países en Cuba.

La medida aludida por el funcionario es la aprobación este lunes por el Consejo Europeo de una nueva estrategia hacia Cuba, la cual sugiere que los países europeos presionen más fuerte sobre el régimen de Fidel Castro para lograr "mejoras en el área de los derechos humanos y las libertades políticas".

Así mismo, el documento compromete a los gobiernos europeos a "procurar oportunidades -aún más activamente que antes- para recordar a las autoridades cubanas, en forma pública y privada, su responsabilidad en materia de derechos humanos, especialmente sobre libertad de expresión y asociación".

Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado, consideró la declaración "un gran paso hacia adelante" en la demostración de la preocupación internacional sobre la situación de los derechos humanos en Cuba.

"Esta nueva postura demuestra claramente el compromiso de la Unión Europea para trabajar de forma más activa, coordinada y sostenida en favor de nuestro objetivo común de promover una transición pacífica hacia la democracia en Cuba", dijo Burns.

Esas palabras parecieron confirmar lo que los observadores políticos predicen desde hace semanas: que Washington planea aplazar al menos seis meses más la aplicación del Título III de la ley Helms-Burton.

La polémica norma permite a ciudadanos estadounidenses cuyos bienes en Cuba hayan sido expropiados por el régimen de Castro entablar juicio ante cortes federales contra compañías de terceros países que negocien con dichas propiedades.

Clinton se había opuesto a la aprobación del Título III, argumentando que tales juicios provocarían airadas reacciones de países aliados y un congestionamiento del sistema judicial, hasta el pasado febrero, cuando aviones de guerra cubanos derribaron dos avionetas civiles estadounidenses piloteadas por anti-castristas.

Preocupado por su suerte electoral en Florida y Nueva Jersey, donde los cubano-estadounidenses tienen gran influencia política, Clinton promulgó entonces la ley Helms-Burton, decidiendo a último momento suspender por seis meses el derecho de los potenciales demandantes estadounidenses a entablar juicio.

Además, el mandatario anunció que utilizaría la prórroga para persuadir a los aliados, especialmente Europa y Canadá, de que se unieran a su país "en la adopción de medidas concretas para promover la democracia en Cuba".

Al finalizar los seis meses de suspensión, el próximo 15 de enero, el presidente decidiría "levantar la suspensión total o parcialmente" en base al grado de cooperación de las naciones aliadas.

Si bien el bloque europeo UE aprobó la decisión de Clinton de aplazar la aplicación del Título III, también lanzó un ataque sin precedentes contra la ley Helms-Burton, anunciando planes para sancionar a las firmas estadounidenses que demanden a compañías europeas de acuerdo con dicha ley.

Así mismo, la UE presentó una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que la norma viola el orden comercial mundial extendiendo la jurisdicción de las leyes de Estados Unidos más allá de su territorio.

El pasado 20 de noviembre, la OMC acordó crear un panel de discusión, como lo solicitó el bloque europeo.

Las acciones de la UE contaron con el respaldo de otros importantes aliados y socios comerciales de Estados Unidos, incluidos Canadá y México.

En las últimas semanas, sin embargo, Washington y Bruselas manifestaron la voluntad de evitar un enfrentamiento sobre la ley Helms-Burton.

Los gestos conciliatorios de la UE comenzaron con un discurso de Leon Brittan, comisario de Comercio, ante la Cámara de Comercio Europeo-Estadounidense, en Nueva York.

En esa oportunidad, Britton aseguró a su audiencia que "la determinación de Europa de llevar la libertad y la democracia a Cuba es tan fuerte como la de Estados Unidos".

"Es hora de que Europa y Estados Unidos comiencen a procurar un terreno común para reintegrar a Cuba a la comunidad internacional, a la cual pertenece", agregó.

La aprobación de la nueva declaración política, por iniciativa del nuevo gobierno de España encabezado por el derechista José María Aznar, seguramente dará un tono más amable al encuentro el 16 de este mes entre Clinton y el presidente de la UE, Jacques Santer, según funcionarios de Washington.

Mientras, diplomáticos europeos afirman que la declaración política aprobada en Bruselas no representa ningún alejamiento significativo de la tradicional política de la UE sobre Cuba ni de su férrea oposición a la ley Helms-Burton.

Además, el documento reitera la oposición de la UE al embargo comercial que Estados Unidos impuso a Cuba hace 34 años, destacaron las fuentes.

La posibilidad de una transición pacífica a la democracia en Cuba "será mayor si el actual régimen inicia el proceso", dijeron, y agregaron que "la UE no tiene intenciones de imponer medidas coercitivas que aumenten las dificultades económicas del pueblo cubano".

Las advertencias no parecieron perturbar al portavoz del Departamento de Estado, quien reconoció que "el enfoque de la UE sobre Cuba es diferente al de Washington".

"Sin embargo, Estados Unidos confía en que este enfoque contribuya al objetivo de promover la democracia, la libertad y el respeto por los derechos humanos en Cuba", concluyó Burns. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ml/ip/96

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