El intercambio comercial entre Alemania y América Latina cayó 8,4 por ciento en los primeros seis meses de este año, según un informe del banco Dresdner Lateinamerika de la ciudad germana de Hamburgo.
Entre enero y junio pasados, el comercio bilateral representó 10.331.642 millones de dólares, equivalentes a 2,3 por ciento del total de las importaciones y exportaciones realizadas por Alemania, contra 2,8 en el mismo período de 1995.
En su último informe, la filial del segundo banco en importancia de Alemania hace constar que simultáneamente el intercambio comercial de Alemania con el resto del mundo se acrecentó 3,1 por ciento.
El tradicional superávit de Alemania en sus relaciones comerciales con América Latina se redujo en ese lapso de 1.400 a 1.000 millones de dólares.
Las exportaciones descendieron 10,6 por ciento, de 6.333 a 5.666 millones de dólares, mientras las compras alemanas de productos latinoamericanos lo hicieron en 5,8 por ciento, a pesar de que las importaciones totales del país se elevaron 3,3 puntos.
Sólo parte de la caída de las ventas obedece a la limitación de las importaciones impuesta por países latinoamericanos, señala el informe de la institución financiera, que hasta el 30 de noviembre se llamaba Banco Germano de América del Sur.
En Brasil, el mayor socio de Bonn en América Latina, mientras las importaciones totales cayeron 10 por ciento en el primer semestre del año las compras en Alemania lo hicieron en 20 por ciento, alcanzando 2.051 millones de dólares.
En cambio, el informe califica de "estables' las ventas de productos germanos a México en ese período.
Pero las importaciones mundiales de México – segundo socio comercial y económico de Alemania al sur del Río Bravo- aumentaron 20 por ciento en el lapso considerado, de manera que el desarrollo de sus vínculos comerciales con Bonn no puede ser calificado de "exitoso".
A su vez, las exportaciones germanas a Argentina sufrieron un descenso de 1,3 por ciento, totalizando 639 millones de dólares, aunque las ventas a Chile se incrementaron en cuatro puntos, alcanzando 329 millones de dólares.
Un caso excepcional es el de Colombia. Las ventas alemanas a ese país se acrecentaron 20 por ciento, ascendiendo a 359 millones de dólares. Este resultado es tanto más significativo cuanto que las importaciones mundiales de Colombia apenas crecieron en el primner semestre de 1996.
Inversamente, las ventas de Colombia a Alemania experimentaron un brusco descenso de 27,7 por ciento, una caída sin embargo menor a la experimentada pro Venezuela (28,4).
México fue el único país latinoamericano de elevado peso económico que consiguió incrementar sus ingresos (en 14,8 ppor ciento) como producto de ventas a Bonn.
Las importaciones alemanas desde Brasil, Chile y Argentina se mantuvieron prácticamente estables, sumando, respectivamente, 1.590, 487 y 421 millones de dólares.
Para el Dresdner Bank, el descenso de las ventas colombianas a Alemania obedece en primer lugar a los bajos precios del café, mientras que la caída de las exportaciones venezolanas se explica por una reducción del volumen de petróleo vendido, habida cuenta de que el precio del crudo se incrementó en el período analizado. (FIN/IPS/rc/dg/if/96
