ZAIRE: Organizaciones humanitarias, testigos impotentes

Las organizaciones de ayuda humanitaria internacionales se convirtieron en testigos impotentes de la huida de miles de refugiados de la lucha entre el ejército y grupos tutsi en el este de Zaire.

Una de estas organizaciones, Médicos Sin Fronteras (MSF), hizo un llamado a la intervención de una fuerza de paz extranjera para persuadir a los refugiados a regresar a Ruanda, en lugar de huir al norte, hacia el interior de Zaire.

Un vocero de MSF dijo este lunes en Ruanda que el tiempo dado por la Organización de las Naciones Unidas a la diplomacia llegó a su fin. "Es hora de pasar a la acción", dijo a los periodistas que cubren la guerra desde allí.

Mitchelle Quintaglie, de la oficina en Nairobi del Programa Mundial de Alimentos, dijo que "es incierto determinar si debemos volver, a medida que la situación parece empeorar". La agencia evacuó del este de Zaire la semana pasada a más de 100 trabajadores de las Naciones Unidas y otras organizaciones.

Quintaglie dijo que la evacuación no significa el abandono completo de la zona, pero la organización necesita asegurar que sus trabajadores estén a salvo.

El retiro significa que los refugiados ya no tendrán acceso a 20.000 toneladas de alimentos que diversas agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entregan mensualmente a sus campos en el este de Zaire.

Es difícil evaluar si la situación mejoró en el este de Zaire desde que este domingo la Alta Comisionada de la ONU para los Refugiados, Sadako Ogata, exhortó a la apertura de rutas de emergencia "para más de 1,2 millones de refugiados de Burundi y Ruanda y decenas de miles de zairenses desplazados atrapados en la lucha".

El este de Zaire alberga a unos 1,2 millones de un total de más de 1,8 millones de refugiados de Burundi y Ruanda en la región de los Grandes Lagos.

Una intensa lucha forzó este sábado a los 14 trabajadores restantes de ACNUR a retirarse de la ciudad de Goma, al este de Zaire.

Estos 14 formaban parte de unos 130 funcionarios de agencias de la ONU y organizaciones no gubernamentales expatriados que aprovechando un alto en la lucha cruzaron la ciudad fronteriza de Gisenyi, tras haber pasado varios días atrapados en sus oficinas.

Kessler dijo que ACNUR perdió contacto con los 520.000 refugiados de Burundi y Ruanda en el área desde que la lucha comenzó en las localidades de Uvira y Bukavu, el mes pasado.

En la región de Goma, la cual originalmente albergó a 715.000 refugiados ruandeses, ACNUR confirmó que grupos de refugiados abandonaron el campo de Katale, y muchos se dirigieron hacia el extremo noroeste del lago Kivu.

"Unos 20.000 refugiados de Katale, en general los enfermos y ancianos y otros grupos vulnerables, se encuentran cerca de Tshondo, en el parque nacional de Virungu. La población original de Katale era de 202.000", declaró ACNUR en una declaración enviada por fax a IPS.

Mientras, la agencia británica Oxfam alertó sobre una degradación ambiental en la región.

"Muchos de los refugiados destruyeron los árboles de bambú alrededor del parque nacional de Virunga", dijo el coordinador del programa de emergencia de Oxfam en el área de Kivu, Peter Chamberlain, y añadió que varios cientos de gorilas de montaña que quedan allí podrían ser víctimas de cazadores ilegales.

Oxfam ha estado involucrada en un proyecto para mejorar la región, el cual, según Chamberlain, es el mayor emprendido en el mundo. (FIN/IPS/tra-en/cw/mn/lp/ip-pr/96

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