La emisión de bonos esta semana en Rusia, que inesperadamente recaudó mil millones de dólares en el mercado mundial, podría acabar con el bloqueo de la inversión en el país, causante del detenimiento de su desarrollo industrial e infraestructural.
La solicitud de obligaciones rebasó por lejos la cantidad ofrecida en la primera emisión internacional desde la revolución bolchevique de 1917, que esperaba recaudar unos 300 millones de dólares.
Es posible obtener resultados aun mejores. "Brasil y Argentina, con menor calificación de créditos que Rusia, recaudaron mucho más en Eurobonos de lo que Moscú planea recaudar", observó Nicholas Jordan, jefe de servicios de ingresos fijos del banco mercantil Deutsche Morgan Grenfell, en Moscú.
La emisión, realizada el jueves, fortalece oportunamente la credibilidad financiera del país, afectada por el incumplimiento de la deuda internacional adquirida antes de la desintegración de la Unión Soviética.
Actualmente el gobierno intenta que el Fondo Monetario Internacional levante la suspensión de un préstamo de 10.200 millones de dólares, otorgado a condición de la reducción del déficit presupuestal y el aumento de la recaudación impositiva.
"La experiencia demostró que los inversores extranjeros confían en Rusia y la ven como un socio confiable", destacó el primer ministro Viktor Chernomyrdin, citado por la agencia de noticias Interfax. Esto "otorgará a Rusia una nueva fuente de recursos presupuestales", agregó.
Así mismo, ahora es posible que las autoridades municipales y las grandes industrias de Rusia emitan sus propios bonos en el futuro, aumentando la inversión en infraestructura que actualmente no pueden obtener del Estado ni del mercado doméstico.
"El principal objetivo de la emisión de Eurobonos consistió en establecer un precedente para la emisión de 1.000 a 2.000 millones de dólares prevista para 1997", observó Robert Devaner, jefe del departamento de ingresos fijos de la compañía moscovita de inversión Troika-Dialog.
Los perjuicios causados por el incumplimiento de la deuda internacional previa a 1991 no se olvidaron, y desde entonces Moscú se vio obligada a extender el plazo de pago en una serie de humillantes negociaciones anuales con el Club de Londres, mientras la deuda externa ascendió a 110.000 millones de dólares.
Ahora, el éxito del lanzamiento de bonos posibilita la recuperación de la credibilidad financiera del país, destacó Devaner. (FIN/IPS/tra-en/ss/rj/ml/if/96
