/REPETICION/ TAILANDIA: Cuestionan la historia oficial

El gobierno de Tailandia, presionado por una prensa libre y una minoría china cada vez más próspera, debe explicar ahora la historia de la nación, incluyendo partes ocultas como la sangrienta represión de una sublevación estudiantil en 1976.

Tailandia, que padeció varias décadas de dictadura militar, está encaminada hoy hacia una democracia parlamentaria estable, pero la liberación de la prensa y la opinión pública en los últimos años también dio paso a perturbadoras interrogantes sobre el pasado autoritario del país asiático.

Miles de ex estudiantes y activistas políticos se congregaron en octubre en la Universidad Thammasat de Bangkok para recordar a decenas de compañeros asesinados hace 20 años en el campus por policías y grupos derechistas.

La masacre fue seguida por un golpe militar y puso fin a un breve florecimiento de la democracia iniciado por un movimiento estudiantil en octubre de 1973, que sorprendió al mundo al derrocar a una dictadura militar afianzada en el poder.

Dos décadas después, con versiones oficiales evasivas sobre los hechos, numerosos ciudadanos tailandeses exigen una descripción honesta del pasado. Esto, a la vez, dio lugar a un debate sobre la forma en que se escribió la historia tailandesa.

"Es hora de que nos analicemos como sociedad. Debemos dejar de temer a nuestro pasado y reconciliarnos con nuestra propia historia, moderna y premoderna", manifestó Chiew M., activista y ex líder estudiantil.

Los medios de comunicación tailandeses, que en el último decenio se volvieron más prolíficos e independientes que sus homólogos de otros países del sudeste asiático, llevan la delantera en la denuncia de omisiones de la historia oficial.

El papel de la prensa quedó en evidencia a comienzos de este año, cuando una multitud atacó la casa del investigador Saphin Kaew-Ngaarn-Prasert, en la provincia de Nakhon Ratchasima, en el noreste del país.

Saphin había enfurecido a los nacionalistas con la publicación de un libro que cuestionaba la leyenda de una heroína tailandesa del siglo XIX, Thao Suranaree. Los medios domésticos apoyaron al historiador y cubrieron ampliamente los hechos.

Thao Suranaree es considerada una heroína nacional en Tailandia. Aparentemente -o al menos así lo dice la versión oficial- jugó un papel importante en la guerra entre Siam y Laos de 1826.

Saphin echa tierra sobre la historia, afirmando que el papel de Thao en la guerra, de otro modo insignificante, fue exagerado por cronistas reales más de 40 años después sólo para hacer que los habitantes de la región noreste se sintieran parte del reino de Bangkok, y de esa forma prevenir rebeliones.

Varios expertos sostienen que la tradición de adulterar la historia de Tailandia se remonta al reino de Mongkut, a fines del siglo XIX.

Temiendo que Francia y Gran Bretaña invadieran su territorio en expansión, el rey comenzó a demarcar claramente las fronteras y conceptualizó a Tailandia como una sola nación, con una única raza, un único rey y una única versión del budismo.

El monarca ignoró así los numerosos grupos étnicos del país (chinos, malayos, khmer, karen, indios y vietnamitas), incluyéndolos en la categoría de "tais". Esta homogeneización cultural continuó bajo otros reinados y gobiernos militares que reemplazaron a la monarquía en 1932.

Se sabe que en los años 30, el primer ministro Plaek Phibulsongkhram, influenciado por ideas fascistas de Europa sobre la nacionalidad y la raza, toleró ataques a inmigrantes chinos que dejaron como saldo cientos de muertos.

Luego, en las décadas de 1940 y 1950, las medidas contra los chinos eran explicadas por el temor a la propagación del comunismo desde el país vecino.

Pero en los últimos años, el concepto de "una raza tailandesa" es atacado cada vez más por la comunidad china, ahora más rica y poderosa que nunca como resultado del rápido crecimiento económico del país.

Dado que muchos chinos tailandeses ocupan altos cargos en el servicio de inteligencia, los medios se han vuelto el foro natural para el argumento de que Tailandia es una amalgama de culturas y debe ser reconocida como tal.

Aún más estridente es el reclamo de quienes participaron en los movimientos estudiantiles y democráticos de la década de 1970.

"La historia oficial deja afuera la masacre de 1976. Los textos no la mencionan, y las autoridades tampoco", observó Chang Noi, columnista de The Nation, un periódico de lengua inglesa de Bangkok.

La razón de esta omisión podría ser que "muchas personas que integran el actual sistema político tienen sus manos manchadas de sangre", sugirió Thongchai Winitchakul, profesor de historia y activista estudiantil en 1976, que pasó dos años en la cárcel.

La prensa escrita exige que la historia oficial sea suprimida de los programas escolares y universitarios y reemplazada por el análisis histórico y la explicación de los hechos subyacentes a la masacre estudiantil de 1976 y otras, así como la matanza de activistas por la democracia en mayo de 1992.

El levantamiento de 1992 ocurrió cuando el jefe de las fuerzas armadas, general Suchinda Krapayoon, obligó al gobierno electo a declararlo primer ministro aunque no integraba el parlamento. El ejército se mantuvo fuera de la política desde entonces.

Dado el nuevo aire de instrospección y debate, será difícil para Tailandia continuar negando la nación que realmente es: un amalgama de culturas, grupos étnicos, religiones e idiomas. ——— (*) Esta nota fue realizada por Panos Features (Londres) y es distribuida a los suscriptores de IPS por un acuerdo especial. (FIN/IPS/tra-en/tg/dds/arl/ip-cr/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe