El opositor de Timor Oriental José Ramos- Horta, flamante premio Nobel de la Paz, anunció que destinará los 530.000 dólares del galardón a una fundación para la promoción de los derechos humanos y a proyectos de ayuda a los asilados políticos de su país.
Ramos-Horta llegó este domingo a Portugal para celebrar encuentros con el jefe de Estado Jorge Sampaio, el primer ministro Antonio Guterres, el presidente del parlamento Antonio de Almeida Santos y los líderes de los partidos locales.
A su arribo al aeropuerto de Lisboa, el resistente antiindonesio, que compartió el Nobel de la Paz con el obispo de Timor monseñor Carlos Filipe Ximenes Belo, fue esperado por miles de personas que le recibieron como un héroe, levantándole en andas prolongadamente.
La fundación tendrá su sede en Portugal, antigua metrópoli colonial de Timor Oriental, territorio invadido por Indonesia en 1975.
Unos 210.000 de los 650.000 timorenses fueron asesinados en las dos últimas décadas por los invasores indonesios, según denuncias de Amnistía Internacional.
En declaraciones a la prensa lusa este lunes, Ramos-Horta exhortó al jefe del gobierno alemán Helmut Kohl a que durante la visita que realiza a Indonesia esta semana interceda ante el presidente Ali Suharto para abrir el diálogo respecto a la autodeterminación de Timor.
Alemania "tiene una tremenda influencia en Indonesia, tal vez la mayor de Europa, pero no es el país más insensible acerca de Timor", explicó, identificando al Reino Unido como el estado de la Unión Europea (UE) más amigo de Jakarta.
En reciente entrevista con IPS, Ramos-Horta acusó a varios países de la UE de "actuar con dos pesos y dos medidas" en el tema de los derechos humanos.
Identificó a Estados Unidos, Astralia, Canadá, Alemania, Dinamarca, Holanda, Espana, Francia, Italia y el Reino Unido como naciones "que condenan rápidamente la violación de derechos humanos en países donde no tienen grandes intereses económicos, como Haití".
En cambio respecto a Indonesia, "que en Timor cometió el mayor genocidio proporcional de este siglo, guardan silencio cómplice ante jugosos negocios con ese vasto mercado asiático", añadió.
Respecto al futuro de Timor, Ramos-Horta insistió en la vía del diálogo con Jakarta, a fin de "realizar el referendo por la autodeterminación" dispuesto por resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 22 de diciembre de 1975.
La ONU exigió el retiro indonesio de Timor y designó a Portugal "potencia administradora del territorio" hasta la celebración del referendo.
Sin embargo, Jakarta se ha negado durante dos décadas a cumplir el dictado de la ONU, explicando que liberó a la isla de "cuatro siglos y medio de colonialismo portugués".
El referendo "es por la autodeterminación de nuestro pueblo y en este sentido los timorenses pueden optar por tres vías posibles: aceptar formar parte de Indonesia, acordar con Portugal un estututo asociado o bien la independencia", destafó Ramos- Horta.
"No se trata de refrendar la independencia sino la autodeterminación, que son dos cosas diferentes y que democráticamente, Jakarta debería aceptar si está tan segura que la mayoría de nuestro pueblo desea ser indonesio", concluyó. (FIN/IPS/mdq/dg/ip-hd/96
