CUMBRE/ALIMENTACION: Superpoblación no es problema para el Papa

Atribuir el hambre a la superpoblación es un "sofisma" en el que el mundo debería dejar de caer, dijo hoy el papa Juan Pablo II en el mensaje de apertura de la Cumbre Mundial de Alimentación que comenzó en esta capital.

"La población, por sí misma, no implica escasez de comida. Debemos combatir el sofisma que afirma que si somos numerosos estamos condenados a ser pobres", dijo el pontífice a los jefes de Estado y de gobierno convocados por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El Vaticano siempre ha mantenido una posición conservadora en materia de población, manifestada especialmente en su oposición a la anticoncepción y el aborto. Este hecho impulsó a algunas organizaciones no gubernamentales a cuestionar la invitación que se le formuló al Papa para que abriera la conferencia.

Pero estos mismos grupos quedaron descolocados cuando el pontífice sostuvo una postura casi radical alineada con las suyas. Una gran población, en lugar de constituir una carga para los países pobres, "puede revelarse como fuente de desarrollo", dijo Juan Pablo II.

Una gran población, recalcó, "implica entrenamiento y una fuente de bienes", lo cual no significa que el mundo pueda lidiar con "poblaciones sin límite", por lo que cada familia debería asumir sus responsabilidades en ese sentido.

Los gobiernos que establecen políticas de población deberían respetar las "demandas de la naturaleza", alertas de que "la estabilidad arbitraria, y aun la reducción de la población no solucionarán el problema del hambre", agregó.

La posición de Juan Pablo II fue sorprendentemente cercana a la manifestada por la mayoría de las organizaciones no gubernamentales. Muchas de ellas sospechaban que el Vaticano intentaría reconsiderar acuerdos sobre población ya asumidos en conferencias previas, pero el discurso las dejó tranquilas.

Ingar Brueggemann, secretaria general de la Fundación Internacional de Paternidad Planificada (IPPF), la organización mundial de voluntarios sobre salud más grande del mundo, manifestó la semana pasada su preocupación ante las posturas de la Iglesia Católica.

"Quienes se reúnan en la cumbre deberán ser muy firmes en cuanto a que nadie reabrirá las decisiones sólo porque una parte interesada en Roma quiera hacerlo", dijo, en alusión a la ubicación territorial del Vaticano.

Pero el discurso de Juan Pablo II no contuvo sorpresas en materia de alimentación. "Los documentos recientes del Vaticano sobre hambre en el mundo levantan esa posición, y espero que la mantengan" durante la cumbre, dijo Pat Mooney, de la no gubernamental canadiense RAFI.

Patrick Mulvaney, del grupo Intermediate Technology, adhirió a la posición del pontífice. "Hemos dicho lo mismo hace mucho tiempo. La población humana es la solución, no el problema", dijo.

Hubo antes de la apertura de la cumbre señales que predecían que el Papa no defendería una posición ortodoxa en materia de población durante la reunión.

Nancy Arcellana, de la no gubernamental ISIS Internacional, dijo que uno de los representantes del Vaticano no mencionó el problema de la población en las negociaciones anteriores a la conferencia y que postuló medidas de alivio a la deuda externa de los países pobres.

"Yo estaba tan soprendida que lo felicité", agregó Arcellana.

Pero "somos víctimas del 'vaticanismo' de los gobiernos", acotó Brueggemann.

"En la Cumbre de las Ciudades en Estambul, hubo ministros de Vivienda que postulaban la reducción de gastos en materia de salud reproductiva, y esa es una situación peligrosa", agregó. (FIN/IPS/tra-en/dds/mk/dv pr/96

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