El presidente de Colombia, Ernesto Samper, ordenó hoy a las Fuerzas Armadas despejar un área de 14.000 kilómetros cuadrados del departamento de Caquetá para facilitar la liberación de 60 soldados que permanecen en poder de la guerrilla desde hace tres meses.
El mandatario afirmó que se trata de una "generosa cotribución" para facilitar el retorno de los soldados, que fueron tomados como prisioneros de guerra por las insurgentes Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) el 30 de agosto.
El retiro de las fuerzas militares se cumpliría entre los municipios de Montañitas y Cartagena del Chairá, en el sur de Colombia, entre el 6 y el 16 de diciembre.
Samper afirmó que se trata de un tiempo y un espacio suficiente para que se hagan las verificaciones correspondientes, se movilicen los soldados retenidos y sus captores y se produzca su liberación sin que corran peligro.
El retiro de las fuerzas militares en un área determinada era una de las condiciones planteadas por las FARC para devolver a los soldados que fueron retenidos durante el ataque a un puesto de policía del meridional departamento de Putumayo.
El gobierno anunció igualmente que permititrá la presencia de una comisión de observadores internacionales y nacionales para que reciban a los soldados, otra de las exigencias de las FARC.
"Estoy seguro de que esta muestra de buena voluntad será correspondida por las FARC con la entrega de los soldados en el plazo ofrecido", agregó el mandatario.
De aceptar los insurgentes la propuesta del gobierno, la Cruz Roja Internacional coordinaría los aspectos logísticos de la entrega. (FIN/IPS/yf/jc/ip/96