AUSTRALIA: Conmoción por textos escolares sobre pasado racista

La comunidad indígena de Australia está furiosa y desilusionada porque en el momento que el país se dispone afrontar su pasado "racista e intolerante", el jefe del gobierno hizo una inoportuna e injustificada intervención.

Durante varios años, historiadores liberales y líderes indígenas trataron que el gobierno revisara los programas educativos, para reflejar la opresión que los pueblos nativos sufrieron desde que los exploradores británicos pisaron por primera vez esta tierra en 1788.

Ahora, que finalmente una historia de Australia revisada está entrando en las aulas escolares de todo el país, el primer ministro, John Howard, dijo que que algunos textos eran de mal gusto y no ayudaban al bienestar sociocultural de esta sociedad multirracial.

Más exactamente, Howard dijo en una entrevista radial la semana pasada que fundamentalmente simpatizaba "con los australianos que se sienten insultados cuando se les dice que tenemos un pasado racista e intolerante".

"… por supuesto, en el pasado, tratamos muy mal a los indígenas, pero decir a niños cuyos padres no participaron de ese maltratamiento que todos somos parte de una suerte de historia de racismo e intolerancia, es algo que los australianos rechazan".

En respuesta a los comentarios del primer ministro, Marcia Langton, titular de Estudios Indígenas en la Universidad del Territorio Norte, dijo que Howard, haciendo semejantes declaraciones, no solo estaba equivocado sino mostraba que él tambien era incapaz de afrontar la intolerante historia del país.

El racismo institucionalizado hacia los indígenas está bien documentado y no se puede negar, dijo, agregando que el actual sufrimiento de los pueblos nativos se debe a la incapacidad de la Australia blanca de reconciliarse con su historia colonial.

"John Howard ha dado un ejemplo muy claro de esa incapacidad", apuntó Langton. "No puede entender que la pauperización de los pueblos indígenas se debió al despojo de nuestras tierras y recursos, y es la causa de las severas desventajas actuales".

Incluso el hermano del primer ministro, Bob Howard, que es bien conocido como académico de izquierda y enseña ciencias políticas en la Universidad de Sidney, defendió los nuevos textos escolares.

Declaró que la historia que se enseña en los colegios no hace ningún intento de reflejar la verdad.

Si los indígenas aparecen alguna vez en sus lecciones de historia, son aquellos que apuñalaron a exploradores blancos o los que actúan al margen de la sociedad blanca como niñeras y cocineros.

"No hubo mención alguna de nada remotamente parecido al genocidio…, y recién cuando estuve en la universidad escuché referencias a hechos calificados de masacres", dijo Bob Howard. Agregó que su hermano fue un buen estudiante de historia y logró la máxima calificacion en esa asignatura.

Linda Burney, presidenta del Grupo Consultivo de Educación Indígena en Nueva Gales del Sur (AECG), evocó su primera lección de historia en el colegio en 1969, y dijo que nunca olvidará ese día cuando le dijeron que sus antecesores "fueron salvajes y el ejemplo viviente más cercanos al hombre de la edad de piedra".

"La enseñanza de historia ahora es diferente", dijo a IPS. "Todos deben darse cuenta que la historia australiana es la más larga del mundo. No se puede ignorar lo que pasó anbtes de 1788".

Muchos historiadores liberales estuvieron a la vanguardia de las iniciativas para cambiar la historia de Australia en las escuelas, en los años '80.

La historia impartida hasta entonces tuvo una perspectiva unidimensional que glorificó la colonización británica e ignoró o despreció la historia de los indígenas y su contribución.

Esos textos fueron "falsos, expurgados, prejuiciosos y dañinos para la sociedad australiana", afirmó el prominente historiador Henry Reynolds. Agregó que los comentarios del primer ministro fueron equivalentes a una invitación para censurar la historia y un atentado al revisionismo histórico.

Historiadores como Reynolds señalaron que tanto el relato de los hechos como el lenguaje empleado en los viejos textos interpretan mal lo que ocurrió en Australia postcolonial.

Los nuevos textos sustituyen palabras como "invasión" por "descubrimiento", "genocidio cultural" en oposición a "asimilación", y "resistencia violenta" en lugar de "sometimiento pacífico".

Uno de los nuevos textos introducidos este año en las escuelas de Nueva Gales del Sur se titula "Invasión y Resistencia: Relatos Inéditos".

Señala entre otras cosas que en el siglo XVIII, el explorador naval británico James Cook "invadió" y no "descubrió" Australia, y los nativos no fueron desalojados de sus tierras sino asesinados por los colonos blancos.

Howard se refirió particularmente a ese texto, y adujo que el contenido y el lenguaje hacían que los australianos blancos se sintieran innecesariamente culpables por los errores del pasado.

El gradual cambio de los textos chocó siempre con la oposición de elementos conservadores en el ámbito de la educación, la iglesia y los políticos. Muchas escuelas privadas todavía se niegan a usar los nuevos libros, que son optativos y no obligatorios.

"El AECG ha estado completamente involucrado en el desarrollo de esos cursos… el gobierno de Nueva Gales del Sur debe consultarnos", dijo Burney, y agregó que una prioridad absoluta para el AECG fue hacer que los estudios indígenas "constituyeran una parte obligatoria de los programas escolares".

James Dickson, profesor de historia de una exclusiva escuela de clase alta en Mosman, un suburbio de Sidney, dijo en una carta al editor del diario local "Sidney Morning Herald" que compartía el punto de vista que el nuevo programa ofrecia mayor euqilibrio a la enseñanza de historia en Australia.

"Es absurdo sugerir que ellos (los estudiantes) han sido alimentados con conceptos negativos y prejuicios. Simplemente fueron enfrentados con la verdad", observó.

Dickson indicó que los alumnos, entre otras cosas, ahora aprenden que la sistemática ocupación del continente llevó al despojo de sus pueblos indígenas y al hecho que, despues de 100 años de ocupación blanca, la población autóctona de Australia quedó virtualmente diezmada por las enfermedades e innumerables masacres.

Cuando Cook desembarcó en Australia había alrededor de 250.000 indígenas organizados en 500 tribus diferentes. En 1901, solo 66.000 de sus descendientes seguían vivos. Actualmente, su número oscila en 200.000, cerca del uno por ciento de toda la población.

"¿Cómo es posible, ante esta abrumadora evidencia, que una persona razonable puede negar que Australia tiene una historia caracterizada por intolerancia, discriminación y racismo?", demandó Dickson.

Además, explicó que los nuevos textos de historia tambien enseñan cosas de las cuales los jóvenes australianos pueden estar orgullosos, como la construcción de una nacionalidad desde 1901, y el desarrollo de una democracia estable y una economía próspera.

"Permítame asegurarle señor Howard que los jóvenes en las escuelas aprenden estas cosas y están orgullosos", expresó. (FIN/IPS/tra-en/ks/cpg/ego/ed).

= 11011509 DAP006

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe