/AMBIENTE: El hueco de ozono repitió su ciclo amenazador

La desaparición estacional del ozono en la estratósfera antártica volvió a cumplirse este año sin que todavía se vislumbren perspectivas de interrupción del ciclo que amenaza el equilibrio ambiental del planeta.

Entre fines de septiembre y comienzos de octubre el agujero de la capa de ozono alcanzó su máxima dimensión de unos 22 millones de kilómetros cuadrados sobre la Antártida.

El boletín de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) distribuido el día 6 indicó que avanzado octubre el agujero comenzó su ciclo de lenta reducción. En la última medición se extendía a 15 millones de kilómetros cuadrados.

El comportamiento registrado por el fenómeno este año se asemeja al de los años previos, tanto en la velocidad de los cambios como en la profundidad y en la extensión del hueco, explicó Rumen Bojkov, asesor de la OMM en ozono y temas ambientales.

"Los últimos años recientes y este 1996 reconfirman que las deducciones científicas sobre este proceso de destrucción se encuentran muy cerca de la realidad", sostuvo.

"Hemos llegado a un estado en que todo el ozono contenido en el vórtice polar se destruye" por la combinación de productos químicos producidos por el hombre y de condiciones meteorológicas específicas, indicó Bojkov.

Este año se repitió el fenómeno con la destrucción de todo el ozono ubicado en una franja de la estratósfera que va desde los 16 a los 22 kilómetros del altitud en el período ya cíclico de fines de septiembre a comienzos de octubre.

Tampoco podrá superar la superficie del agujero los 22 o 23 millones de kilómetros cuadrados porque esa es la dimensión del vórtice polar donde se registran las temperaturas extremadamente bajas que facilitan la destrucción del ozono.

El cuadro de las observaciones realizadas por la OMM muestra que aún no producen efecto notorio las medidas adoptadas por la comunidad internacional para reducir y eliminar la emisión de los gases que destruyen al ozono.

La Convención de Viena, de 1985, comprometió a todos los países a prevenir las consecuencias que la reducción del ozono causa a la salud humana y al medio ambiente.

El ozono cumple un papel protector de la vida sobre el planeta por su capacidad para absorber la radiación ultravioleta peligrosa.

El Protocolo de Montreal, de 1987, estableció metas para la erradicación de las sustancias perjudiciales al ozono.

Bojkov estimó que las concentraciones de los gases dañinos al ozono llegarán a un pico, en la estratósfera, probablemente entre los años 2002 y 2005.

Después comenzará una declinación lenta de los químicos que agotan la capa de ozono para llegar al 2015 o al 2017 con los niveles de concentración que existían antes de la formación del agujero identificado a comienzos de los años 70.

Pasado el año 2017, "esperamos no ver más al agujero de ozono", declaró el investigador de la OMM.

Pero las predicciones de los científicos dependen en gran medida de los aportes de los países en la reducción de emisiones de gases que agotan la capa de ozono.

El Protocolo de Montreal obliga a los países desarrollados a programas de eliminación parcial y total en plazos que se extienden prácticamente hasta el 2000.

En cambio, los países en desarrollo obtuvieron un período de gracia hasta el 2005.

El panorama de las emisiones puede variar con la expansión económica que se produce en algunas áreas en desarrollo. Cerca de la ciudad china de Shangai, una fábrica produce ahora cada año casi un millón de refrigeradoras, que emplean gases dañinos para el ozono.

El Protocolo de Montreal será examinado en la conferencia ministerial que se realizará en San José de Costa Rica los días 25 y 26.

Uno de los temas que examinarán los expertos de los países partes del Protocolo será el financiamiento que las naciones industrializadas prestarán al mundo en desarrollo para que afronten los programas de eliminación de gases nocivos.

La conferencia discutirá también los plazos para la eliminación de los productos que contienen bromuro de metilo, una substancia química que se ha revelado más peligrosa para el ozono que el mismo cloro y sus derivados. (FIN/IPS/pc/ag/en/96

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