Los líderes del mundo asumirán la próxima semana los siete compromisos establecidos en el Plan de Acción de la Cumbre de Alimentación, orientados a lograr la seguridad alimentaria en un planeta donde cada noche, 800 millones de personas se acuestan sin comer.
El Plan de Acción tiene el propósito de evitar que queden sólo en el papel las buenas intenciones la Declaración de Roma, el otro documento a presentarse a los jefes de Estado y de gobierno que la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reunirá el miércoles en su sede de la capital italiana.
"Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana", explica el Plan de Acción, de 45 páginas.
Para alcanzar esa meta se necesita una acción concertada a todos los niveles, según los redactores del documento.
Cada país deberá adoptar una estrategia en consonancia con sus recursos y capacidades para lograr sus objetivos propios y, al mismo tiempo, cooperar en el plano regional e internacional para dar soluciones colectivas a los problemas mundiales de la seguridad alimentaria, se agrega.
El Plan de Acción destaca que la disponibilidad de alimentos suficientes para todos es un objetivo alcanzable.
Cada uno de los 5.800 millones de personas que viven hoy en el mundo dispone teóricamente, como promedio, de 15 por ciento más de alimentos que los 4.000 millones que conformaban la población mundial hace 20 años.
No obstante, el Plan de Acción señala la necesidad de aumentar la producción mundial de alimentos, que debe lograrse mediante el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, para hacer frente al crecimiento demográfico y mejorar la alimentación.
Los 100 jefes de Estado y de gobierno que asistirán a la Cumbre Mundial de Alimentación, cuya clausura se anuncia para el día 17, jurarán acatar siete mandamientos.
En primer lugar, se comprometerán a garantizar "un entorno político, social y económico propicio, destinado a crear las mejores condiciones posibles para la erradicación de la pobreza y para (asegurar) una paz duradera".
Debe lograrse una "participación plena y equitativa de las mujeres y los hombres, que favorezca al máximo la consecución de una seguridad alimentaria sostenible para todos".
El segundo compromiso consiste en implementar "políticas que tengan por objeto erradicar la pobreza y la desigualdad y mejorar el acceso físico y económico de todos en todo momento a alimentos suficientes, nutricionalmente adecuados e inocuos, y su utilización efectiva".
En tercer término, los líderes del mundo deberán esforzarse por "adoptar políticas y prácticas participativas y sostenibles de desarrollo alimentario, agrícola, forestal y rural, en zonas de alto y bajo potencial".
Esas políticas se orientarán a "asegurar un suministro de alimentos suficiente y fiable a nivel familiar, nacional, regional y mundial", y a combatir "las plagas, la sequía y la desertificación, considerando las múltiples funciones de la agricultura".
"Nos esforzaremos", expresa el cuarto compromiso, "por asegurar que las políticas de comercio alimentario y agrícola y de comercio en general contribuyan a fomentar la seguridad alimentaria para todos a través de un sistema de comercio mundial leal y orientado al mercado".
El quinto mandamiento ordena a los firmantes "prevenir y estar preparados para afrontar las catástrofes naturales y emergencias de origen humano y por atender las necesidades transitorias y urgentes de alimentos, de manera que fomenten la recuperación, la rehabilitación, el desarrollo y la capacidad para satisfacer las necesidades futuras".
En sexto término, se promoverá "la asignación óptima de las inversiones públicas y privadas para impulsar los recursos humanos, los sistemas alimentarios, agrícolas, pesqueros y forestales sostenibles, y el desarrollo rural de alto y de bajo potencial".
Por último, el séptimo compromiso consiste en la aplicación y el seguimiento "de este Plan de Acción a todos los niveles, en cooperación con la comunidad internacional". (FIN/IPS/jp/ff/dv/96