El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas puso fin a las penurias de la República Federal de Yugoslavia por el boicot internacional, y votó por unanimidad el levantamiento de las sanciones impuestas en 1992.
Para Belgrado, la decisión del Consejo el martes por la noche puso punto final a cuatro años de privaciones, durante los cuales los estados de la nueva federacion yugoslava, Serbia y Montenegro, se vieron marginados del comercio exterior, la compra de armas e incluso el acceso a eventos deportivos y culturales.
También fue una decisiva retribución por la realización de elecciones en Bosnia-Herzegovina, a raíz de las cuales el líder musulman Alija Izetbegovic obtuvo la presidencia de la república, en un comicio marcado por segregación étnica y denuncias de fraude.
Funcionarios estadounidenses dijeron que, no obstante, a Yugoslavia le será difícil obtener ayuda inmediata de agencias internacionales de crédito como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Una fuente estadounidense, que pidió el anonimato, dijo que el acceso a esas agencias será usado como elemento de presión para que Belgrado obligue a sus aliados bosnio serbios a mantener la paz en su país, tras la sangrienta guerra civil librada entre 1992 y 1995.
Como la República Federal, sucesora de la socialista federación yugoslava que se disolvió en 1991, no ha solicitado nuevamente su ingreso al Banco Mundial y al FMI, deberá seguramente hacerlo en breve, acotó la fuente.
Funcionarios de la ONU insistieron que Belgrado necesita igualmente pedir su reingreso a la entidad mundial antes de ocupar su antiguo escaño en la Asamblea General.
Rusia, el principal aliado de Belgrado, negó que tales solicitudes sean necesarias.
Sergey Lavrov, embajador ruso en la ONU, declaró que "otros creen que son necesarias más conexiones con asuntos que nunca estuvieron vinculados" a los acuerdos de paz firmados el año pasado entre las facciones bosnias en Dayton, Estados Unidos.
"No creemos que esas cuestiones relacionadas artificialmente sean necesarias. Las únicas condiciones fueron que la guerra debía cesar", dijo Lavrov.
El levantamiento de las sanciones, más específicamente, es un premio por la concreción de las elecciones bosnias el 14 de septiembre. Según los Acuerdos de Dayton, las sanciones económicas contra Yugoslavia debieron ser levantadas 10 días despues del comicio, siempre que la OSCE certificara que fue libre y justo.
Los bosnios musulmanes, croatas y serbios no realizaron una consulta que satisfizo a los observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). En cada una de las zonas étnicamente divididas, los partidos nacionalistas de las tres facciones marginaron a sus rivales.
Las anomalías fueron peores en la zona serbia, donde apenas un puñado de musulmanes expulsados durante la guerra pudieron volver para votar. En otras partes, el total de votos superó el número de pobladores que sufragaron.
Robert Frowick, jefe de la mision de la OSC, reconoció el fracaso para alcanzar un nivel eleccionario "libre, justo y democrático" fijado por los acuerdos de Dayton, si bien certificó que la consulta fue aceptable pese a sus limitaciones.
"Elecciones libres y justas, como se entienden generalmente en sociedades con larga tradición democrática, no se pueden aplicar razonablemente en Bosnia-Herzegovina en este momento de su historia", expresó.
"La misión de la OSCE pudo, de todas maneras, orquestar lo que en términos generales se considera… un proceso razonablemnente democrático en que se refleja la voluntad de la gente con prácticas internacionales aceptadas de eligibilidad, acceso a las urnas, participación y transparencia", añadio Frowick.
Sin embargo, Muhamed Sacirbey, embajador de Bosnia en la ONU, fue más ambivalente acerca del resultado de las elecciones, porque manifestó su temor que los bosnios serbios puedan usar el escrutinio para afianzar sus esfuerzos de partición de las zonas bajo su control, del resto del país.
Algún tipo de sanciones deberían haber quedado para obligar a los bosnios serbios que entreguen a criminales de guerra como el general Ratko Mladic y el líder separatista Radovan Karadzic, apuntó Sacirbey antes del voto en la ONU. (FIN/IPS/tra- en/fah/yjc/ego/ip).
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