La inflación en Venezuela durante septiembre fue de 3,6 por ciento, su nivel más bajo en este año, que ha sido el de mayor elevación de los precios, con un acumulado de 83,7 por ciento para los nueve meses transcurridos.
Venezuela tiene la inflación más alta de América Latina, cuadruplicando a "escoltas" como Honduras, México y Uruguay.
Muy atrás quedó el récord venezolano precedente, pues en todo el año 1989 la inflación llegó a 81 por ciento, nivel horadado en apenas nueve meses de 1996, en tanto que la inflación anualizada (últimos 12 meses) se cifró en 115,2 por ciento.
Sin embargo, el nivel de 3,6 por ciento en septiembre representa una caída respecto del 4,1 por ciento de agosto, el 5,0 de julio, el 7,1 de junio y el 12,6 por ciento de mayo.
Ese salto inflacionario de mediados de año, "salvaje" según el ministro de Planificación, Teodoro Petkoff, siguió a la aplicación de un programa de ajustes macroeconómicos en abril, cuando ya la inflación progresaba a ocho por ciento mensual.
El plan de abril quintuplicó el precio de los combustibles, devaluó el bolívar linealmente en 70 por ciento (tras otra depreciación similar en diciembre), liberó los precios, el tipo de cambio, las tasas de interés, las tarifas de servicios, y pasó el impuesto a las ventas de 12,5 a 16,5 por ciento.
Fue el segundo ajuste de su tipo en siete años. Siguió a tres años de recesión y a una inflación de 71 por ciento en 1994 y de 57 por ciento en 1995, y desplomó el consumo. Cuatro de cada cinco venezolanos viven en la pobreza.
La meta del plan de ajustes lanzado por el presidente Rafael Caldera, después que en sus dos primeros años de gobierno efectuó una gestión económica errática, es reanimar la economía y abatir la inflación desde diciembre, cuando los precios deberían elevarse apenas dos por ciento.
El Banco Central atribuyó la desaceleración de septiembre al cese de expectativas inflacionarias por la aplicación del plan de ajustes y "pese a factores estacionales" sobre algunos precios.
El renglón alimentos creció 3,6 por ciento por mayores costos de materia prima importada para la harina precocida de maíz y restricción de ofertas de productos frescos por culminación de ciclos de cosechas.
Vestidos y calzados aumentaron de precio (4,8 por ciento) al acercarse el año escolar venezolano (octubre-julio), y alzas menores, aunque superiores a tres por ciento, experimentaron los gastos del hogar y los gastos diversos, incluídas tarifas de transporte terrestre. (FIN/IPS/hm/jc/if/96