TRABAJO: Discusión de mejoras para marineros llega a buen puerto

La sesión marítima de la Conferencia Internacional del Trabajo concluyó hoy con la aprobación de seis convenciones y recomendaciones tendientes a mejorar las condiciones laborales de los marineros y reducir los naufragios.

El 80 por ciento de los casos de pérdidas de barcos, en el último año, se debieron a errores humanos, indicó el canadiense Michael Hubbard, presidente de la conferencia.

"Probablemente la fatiga, las extensas jornadas y el descanso insuficiente" incidieron en esos errores, agregó.

La conferencia sancionó una nueva convención sobre la duración de los períodos de trabajo diario y semanal para los marineros y el personal embarcado.

El nuevo texto impone a los estados que reconozcan la jornada de trabajo de ocho horas con un día de descanso semanal. Como límite máximo, la convención determina que la jornada laboral no podrá superar las 14 horas por día o las 72 horas por período de siete días.

Hubbard vaticinó que con las nuevas reglamentaciones se reducirá "el factor fatiga", mejorarán las condiciones de vida y de trabajo de los marineros, y disminuirán los accidentes.

El director general de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Michel Hansenne, observó a la conferencia que los peligros que afrontan armadores y gobiernos en los mares son de carácter financiero o político. En cambio, comparó, los marineros se exponen a riesgos físicos que ponen en peligro sus vidas.

Despues de la última sesión marítima de la OIT, en 1994, naufragaron en los mares un total de 180 barcos de más de 500 toneladas.

En esos siniestros perdieron la vida 1.200 marineros y numerosos pasajeros. Sólo en el primer semestre de 1996 las pérdidas de vidas registradas en naufragios fueron el doble que las del mismo período de 1995, consignó Hansenne.

La convención establece que las autoridades competentes deberán adoptar medidas para controlar el cumplimiento de las normas sobre la jornada laboral y también sanciones para los casos de violaciones.

Una de las novedades de la convención es que, una vez ratificada, autorizará a las autoridades de los países del puerto de escala a controlar la aplicación de las normas sobre la jornada laboral. Ese atributo sólo era reconocido hasta ahora a los estados de la bandera del buque.

Las reformas a los regímenes laborales tuvieron en cuenta los cambios operados en modalidades de trabajo de patrones de buques y de marineros en los últimos 25 años.

Hansenne recordó que en los años 80, varios sectores marítimos se enfrentaron con el fenómeno de la sobrecapacidad, lo que obligó a efectuar ajustes estructurales.

La competencia forzó a muchos armadores a reducir sus costos de operación mediante el recurso de inscribir sus naves en los denominados "registros de libre matriculación", que generalmente son más permisivos en impuestos, seguridad, reclutamiento de personal, inspecciones y administración.

Los nuevos barcos, generalmente más grandes y automatizados, demandan menor personal pero descargan mayor responsabilidad sobre los pocos que siguen a bordo.

En 1950, un petrolero de 12.000 toneladas requería una tripulación promedio de 40 personas. En la actualidad, un buque cisterna 20 veces más grande se opera con sólo 20 personas a bordo.

Otra innovación proviene de las tripulaciones, integradas ahora por marineros de culturas e idiomas diferentes y contratados en gran proporción en países en desarrollo, especialmente de Asia.

El empleo cada vez más frecuente de agencias de colocación "contribuye a hacer más complejo el marco jurídico y económico" del sector marítimo, explicó Hansenne.

Una de las convenciones aprobadas este martes autoriza los servicios de colocación privados con la condición de que sus actividades sean reglamentadas.

Los estados deberán asegurar que los honorarios y otros gastos que originen las contrataciones queden a cargo de los empleadores.

Otra convención, que será aplicada únicamente a los estados de bandera de la nave, reforzó las disposiciones internacionales vigentes sobre las inspecciones de trabajo a bordo de los barcos.

Las inspecciones se efectuarán por lo menos cada tres años, pero en caso de denuncias se harán "lo antes posible". En caso de que las naves queden retenidas o demoradas por la inspección, el armador tendrá derecho a una compensación.

La convención sobre los horarios de trabajo de los marineros y las recomendaciones sobre los salarios mínimos fueron aprobadas por 209 votos favorables y sólo uno en contra, de los representantes empresariales de Malasia.

A la conferencia asistieron más de 800 delegados de gobiernos, empleadores y sindicatos de unos 85 países.

Concluída la conferencia, la comisión paritaria marítima decidió aprobar el salario mínimo recomendado por la OIT, de 435 dólares mensuales para los marineros calificados. (FIN/IPS/pc/ag/lb/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe