SALUD: Exposición a químicos explicaría síndrome del Golfo

La exposición a altos niveles de organofosfatos podría ser la causa del misterioso síndrome de la guerra del Golfo, el cual afecta a muchos veteranos del conflicto de 1991.

Recientes informes del Pentágono en Washington y el Ministerio de Defensa en Gran Bretaña se refieren a pesticidas y armas químicas iraquíes, ambos integrados por de organofosfatos (OF), como posibles fuentes de exposición.

Más de 700 veteranos británicos dicen tener alguna enfermedad relacionada a su servicio en la guerra del Golfo, pero el Ministerio de Defensa no ha admitido la existencia del llamado "síndrome de la guerra del Golfo".

En Estados Unidos, el Registro de Asuntos de Veteranos de la Guerra del Golfo, creado para el seguimiento de la salud de los soldados, incluye actualmente a más de 20.000.

Los primeros informes sobre enfermedades inexplicables aparecieron a fines de 1991, incluyendo fatiga crónica, diarrea, dolores articulares, pérdida de la memoria, erupciones, dolores de cabeza severos, pérdida de cabello, sangrado por encías y nariz. Algunos informaron sobre irritabilidad, espasmos musculares, alta temperatura y sudores nocturnos.

Una amplia gama de causas se han citado para explicar esos síntomas, incluyendo vacunaciones múltiples y exposición a armamento fabricado con cartuchos de uranio agotado y OF.

Hasta hace poco, autoridades estadounidenses y británicas evitaron admitir que cualquiera de estos motivos pudiera estar implicado. No obstante, el Ministerio de Defensa británico asumió públicamente que soldados británicos fueron rociados con varios pesticidas hechos con OF para combatir mosquitos y moscas de la arena sin precauciones apropiadas.

Documentos reunidos por una firma de abogados de algunos veteranos británicos revelan que se utilizó diversidad de OF. Cuando los insecticidas apropiados se agotaron, se compraron grandes cantidades de pesticidas locales.

Hasta entonces, el Ministerio de Defensa había ordenado utilizar únicamente un pesticida, malatión.

El Ministerio de Defensa admitió la cuestión cuando se hizo obvio que los documentos llegarían al público de un momento a otro. Los informes incluyen evidencias presentadas por el sargento Anthony Worthington, quien fue Asesor de Salud Ambiental de la Cuarta Brigada Blindada.

El sargento describe cómo las sutancias químicas fueron aplicadas sin protección alguna para quienes las utilizaron, y se refiere a contenedores en mal estado y perforados.

Pocas semanas antes, el Pentágono había anunciado que al menos 5.000 veteranos de la guerra del Golfo podían haber sido expuestos a agentes nerviosos como resultado de la destrucción de las municiones en el complejo de Kamisiyah, en marzo de 1991.

Los agentes nerviosos sarín y ciclosarín pueden haberse expandido de balas de 122 milímetros destruidas en un área del complejo. Nueva información sugirió que "exposiciones de bajo nivel pueden haber tenido lugar hasta 25 kilómetros del complejo de Kamisiyah, el 10 de marzo de 1991", admitió el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Consecuentemente, el número de personas en riesgo se elevó a 15.000 como resultado de un modelo computarizado desarrollado conjuntamente por el Departamento de Defensa y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.

Según Jim Brown, presidente del grupo estadounidense Gulfwatch, notas del general Norman Schwarzkopf en Riyadh, Arabia Saudita, evaluando los riesgos amenaza, incluyeron informes de un equipo checo sobre armas químicas en las fuerzas de la coalición que encontró indicios de agentes nerviosos de bajo nivel.

Brown obtuvo las notas bajo la Ley de Libertad de Información de Estados Unidos. No obstante, las anotaciones del general Schwarzkopf tienen omisiones, incluyendo los ocho días en marzo de 1991 cuando las tropas estadounidenses destruyeron el arsenal de armas de Kamisiyah.

El número de soldados en riesgo, según se estima, excedería los 15.000. El vocero del Pentágono Kenneth Bacon admitió que el modelo computarizado podría revelar "un alto número" de soldados expuestos.

El estudio de la CIA tiene en cuenta las condiciones del viento, el número potencial de cartuchos de bala destruidos y otros factores.

"Mi estimación es que, en la base de la cantidad de armas en el complejo y lo que se nos ha dicho, podría haber un alto número de tropas incluídas en el área afectada", dijo Bacon, sin negar que el número podría ser tan alto como 100.000.

Una veterano británico que solicitó el anonimato dijo tener "grandes sospechas sobre este sorpresivo interés en señalar los OF como único culpable de nuestras enfermedades".

Según el soldado, "podría tratarse de una forma de detener las investigaciones sobre el asunto", y recordó el hecho de que muchas esposas de veteranos del Golfo enfermaron tras el regreso de sus maridos de la guerra.

"Esto no puede reducirse a una simple exposición química. Se refiere a algún otro factor biológico. Estoy seguro de que habrá más revelaciones si mantenemos la presión", dijo el veterano. (FIN/IPS/tra-en/jmp/rj/lp/ip-he/96

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