"Vuelo a ciegas, no tengo instrumentos, infórmenme si estoy sobre tierra o sobre el mar", fueron las últimas palabras del piloto del avión de la compañía peruana Aeroperú que en las primeras horas de hoy se destruyó en un amerizaje forzado sin sobrevivientes.
El aparato, que había despegado poco antes de Lima, en donde hizo escala en un vuelo Nueva York-Santiago, con 61 pasajeros y nueve tripulantes, se estrelló en el mar cuando retornaba luego de pedir ayuda a la torre de control, en una noche de nula visibilidad por la espesa niebla.
Entre los pasajeros figuran Fabio Chaparro, ejecutivo de la empresa colombiana de Energía, el coronel Hernan Barriga, agregado policial chileno en Quito, Aristide Noboa, director de Fundacyt de Ecuador, y Carlos Chanchin, del Instituto Peruano de Ciencia y Tecnología.
Las dos últimas personalidades viajaban para participar en una reunión internacional sobre ciencia y tecnología que se realizará en Santiago de Chile en los proximos días.
Este mediodía continuaban las labores de búsqueda efectuadas por naves y helicópteros de la Marina, la Fuerza Aerea y la policía peruanas, pero los restos diseminados del fuselaje y los primeros cuatro cadáveres encontrados confirmaron la presunción de un desastre sin sobrevivientes.
Se estima, por las grabaciones del diálogo sostenido con la torre de control, que los aparatos computarizados de aeronavegabilidad del avión se deterioraron poco después de despegar.
El piloto pidió, en vista de que la niebla le impedía avistar el aeropuerto, que otro avión lo guiara hacia el aeropuerto y le contestaron que en breves minutos despegaría el aparato deauxilio solicitado. Fue la última comunicación entre la torre de control y el aparato siniestrado. (FIN/IPS/al/dg/ot/96