Más de 20 personas presas en Perú, de un total de 400 que un comité nombrado por el presidente Alberto Fujimori presume inocentes, serán indultadas en los próximos días, confirmaron fuentes del Ministerio de Justicia, tras concretarse las tres primeras liberaciones.
Tres periodistas, acusados con pruebas insuficientes de colaboración con el terrorismo, fueron los primeros presos inocentes indultados este martes por el gobierno.
Uno de ellos, Alfonso Castiglione, que trabajaba en una radioemisora de provincia, estuvo preso desde 1993, a pesar de que la persona implicada con un movimiento clandestino a quien supuestamente proporcionó una carta de presentación para alquilar una vivienda aclaró despues que había falsificado su firma.
Los otros dos, Antonio Alvarez y Eduardo Sihue, redactores de la desaparecida revista izquierdista "Cambio", habían sido apresados en 1992, acusados de estar vinculados a la organización insurgente Movimiento Revolucionario Tupac Amaru.
El indulto, prometido por Fujimori el 28 de julio pasado, representa una victoria política de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, que denunciaron internacionalmente las irregularidades cometidas por los tribunales civiles y militares encargados de sancionar a los acusados de terrorismo.
En Perú hay unos 4.200 personas presas por terrorismo, de las cuales 25 por ciento sostiene ser inocente, pero sólo 400 fueron incluidos en una primera lista elaborada por el comité, de tres miembros, integrado por un representante de Fujimori, otro del Ministerio de Justicia y otro de la Defensoría del Pueblo.
Fueron apresados en el marco de las acciones de represión contra el partido maoísta Sendero Luminoso, que desató en 1980 una virtual guerra civil -que el gobierno considera ahora prácticamente concluida- y que ha costado más de 29 mil muertos y desaparecidos.
Según las organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan en derechos humanos, los casi mil presos que niegan su culpabilidad fueron apresados por testimonios de otros sentenciados, a quienes se ofreció libertad o reducción de penas a cambio de dar nombres.
Este mecanismo, denominado Ley de Arrepentimiento, facilitó el trabajo de los servicios de inteligencia, pero también originó numerosas irregularidades judiciales.
El congresista opositor Henry Pease comentó que advierte "una cierta dosis de oportunismo presidencial" al haber indultado a los tres hombres de prensa en coincidencia con el día oficial del periodista en este país. (FIN/IPS/al/jc/ip/96