"La izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas". Como inspiradas en este famoso artefacto de Nicanor Parra, personalidades de todo el espectro político de Chile se han unido para postular al antipoeta al Premio Nóbel de Literatura 1997.
La poesía chilena, que dio ya al país los Nóbel de 1945 con Gabriela Mistral y de 1971 con Pablo Neruda, se apresta a golpear nuevamente las puertas de la academia sueca con este original creador de 80 años de edad.
El comité que auspicia la candidatura de Parra está integrado por numerosos escritores, académicos y parlamentarios y se afirma que sus gestiones tienen el respaldo, entre otros, del escritor colombiano Gabriel García Márquez, Nóbel de Literatura 1982.
Entre los diputados miembros del comité están la socialista Isabel Allende, la democristiana Mariana Aylwin, ambas hijas de ex presidentes, y los derechistas Luis Valentín Ferrada y Alberto Cardemil.
"Durante medio siglo/ La poesía fue/ El paraíso del tonto solemne./ Hasta que vine yo/ Y me instalé con mi montaña rusa./ Suban, si les parece./ Claro que yo no respondo si bajan/ Echando sangre por boca y narices".
Como en una premonición del impacto que tendrían sus antipoemas, Parra escribió hace unos 40 años esta pieza, denominada "Montaña Rusa", publicada en los "Versos de Salón", que recogen textos producidos entre 1954 y 1962.
Entre sus libros más conocidos están "Poemas y Antipoemas", "Obra Gruesa", "Artefactos" y "Hojas de Parra", mientras aguarda su publicación en Chile una antología crítica del autor, llamada "Nicanor Parra: Antes y Después de Jesucristo".
Miembro de una familia de creadores, Nicanor tuvo como hermanos a Violeta Parra, la cantautora que se suicidó en 1965, y al cantor popular y dramaturgo Roberto Parra, fallecido a fines de 1994.
Es tal vez por esta influencia familiar, que se expresa cabalmente en su poema "Defensa de Violeta Parra", que su creación poética, o antipoética, tiene también un aire popular en el que rescata lo mismo un refrán que la estructura de una cueca.
Para el diputado socialista José Antonio Viera-Gallo, presidente del comité promotor de la postulación al Nóbel, Parra expresa en su obra un carácter "rebelde e iconoclasta", que ejerce un gran atractivo sobre la juventud.
Las posibilidades de que la candidatura prospere el próximo año en la academia sueca pueden quedar clarificadas este jueves, cuando en Estocolmo se dé a conocer el nombre del ganador del Nóbel de Literatura para este año.
Si se le otorgara a alguno de los actuales postulantes latinoamericanos, como el paraguayo Augusto Roa Bastos o el peruano Mario Vargas Llosa, quedaría descartada de hecho la posibilidad de que en 1997 se vuelva a galardonar a la región.
Tal vez apostando a la hipótesis más recurrente, de que este año el juego de equilibrios político-literarios se inclinará hacia el área escandinava, es que el comité se apresta a formalizar la postulación de Parra.
Para ello tiene plazo hasta diciembre y está creando por ahora el ambiente previo de contactos nacionales e internacionales para darle el mayor peso posible a la candidatura del padre de la antipoesía.
Una de las iniciativas del comité es la reedición de las principales obras de Parra, para promover su difusión sobre todo en otros países, a través de misiones al exterior y de las representaciones diplomáticas del país.
Viera-Gallo y el propio antipoeta se entrevistaron el lunes último con en ministro subrogante de Relaciones Exteriores, Mariano Fernández, para solicitarle el apoyo de la cancillería a esta labor de reedición.
Los libros deberían fortalecer así el apoyo de personalidades e instituciones con que cuenta el nombre de Parra, que incluye en el comité chileno a las universidades de Concepción y Austral de Valdivia.
Del mismo modo, los promotores del antipoeta están tomando contactos internacionales, tanto en México como con el Instituto Cervantes de España y la Universidad de Columbia de Estados Unidos. (FIN/IPS/ggr/dg/cr/96