La presencia de un grupo guerrillero de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) en la Plaza Mayor de la ciudad de Guatemala indignó a miembros del gobierno, que la calificaron de "irresponsabilidad y provocación".
El primero en reaccionar fue el vicepresidente Luis Flores, quien calificó la acción como una "evidente provocación" y se mostró sorprendido por la "tremenda irresponsabilidad" que significa "exponer todo un proceso de paz en la Plaza Mayor".
El grupo de unos diez guerrilleros participó el domingo en la manifestación que organizaciones sindicales y populares realizaron para conmemorar el 52 aniversario de la revolución de octubre de 1944 en Guatemala.
Durante la marcha, los insurgentes, que estaban desarmados, pronunciaron discursos en los que llamaron a la población a exigir el cumplimiento de los acuerdos de paz, especialmente en lo que se refiere a conquistas sociales.
Cubiertos con pasamontañas y un pañuelo celeste con las siglas URNG, los guerrilleros culminaron su participación en la Plaza Mayor, frente a la sede del gobierno, donde izaron la bandera de la organización guerrillera junto al pabellón nacional.
El gobierno de Guatemala y la URNG iniciaron en 1991 un proceso de negociación que concluirá a fines de este año con la firma de un tratado de paz firme y duradero, para poner fin a 36 años de conflicto armado interno.
Gustavo Porras, coordinador de la gubernamental Comisión de la Paz, encargada del diálogo con la guerrilla, consideró que la audaz acción de los insurgentes no pone en riesgo la inminente firma de la paz, pero afirmó que las fuerzas de seguridad debieron actuar.
Mayor comprensión que los representantes del gobierno mostraron miembros del ejército, los tradicionales enemigos de la guerrilla.
El general Sergio Camargo, jefe del Estado Mayor de la Defensa, dijo que "la acción es un proceso normal dentro del proceso de cambio" y aseguró que "lo más importante es que se están empezando a utilizar los sistemas políticos establecidos".
El Director de la Policía Nacional, Angel Conte, señaló que las fuerzas de seguridad no actuaron "por la tolerancia que debe privar para evitar un incidente grave".
El presidente del Congreso, Carlos García Regás, dijo que la acción guerrillera es preocupante "porque se ha faltado el respeto a la bandera y hay que cambiar esa actitud deplorable que no encuadra en la cultura de paz".
Arístides Crespo, diputado del opositor Frente Republicano Guatemalteco, que lidera el ex dictador Efraín Ríos Montt, aprovechó la ocasión para acusar al gobierno de "actitud complaciente" con la guerrilla.
Crespo aseguró que la actitud de la URNG es ilegal y pidió a la organización guerrillera "quitarse la máscara y participar en la política como lo hacen todos".
Nineth Montenegro, dirigente humanitaria y diputada por el izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala, aseguró que las acciones de la guerrilla "son un signo de que la democracia se está consolidando en el país", ya que "se está sustituyendo la lucha armada por el enfrentamiento ideológico y político".
El gobierno y la URNG se encuentran discutiendo, en el marco del diálogo de paz, el tema de la reinserción de la guerrilla a la vida legal del país, acuerdo que esperan concluir y firmar en noviembre en Madrid. (FIN/IPS/cz/ag/ip/96
